3 Abril 2010 -
Entrevista exclusiva para Cubadebate del Presidente del Parlamento Cubano, Ricardo Alarcón de Quesada, sobre las raíces de la más reciente campaña mediática contra Cuba.
En 1991, el gobierno de los Estados Unidos desclasificó un grupo de documentos referidos a Cuba durante el período de 1958 hasta 1960. Uno de esos textos constituye el origen de la más reciente campaña mediática contra la Isla.
Este enorme libro se publicó por el Departamento de Estado en 1991. En la pagina 850, el documento 481 es el Programa de acción encubierta en contra del régimen de Castro, como ellos le llaman a la Revolución Cubana. La mayor parte del texto está tachado, o sea, es aún secreto, pero voy a leer lo que dicen estas tres líneas: El primer requerimiento es la creación de una oposición cubana al régimen de Castro y el segundo es desatar una poderosa ofensiva de propaganda en nombre de esa oposición para realzarla.
Según aparece aquí, el Programa de acción encubierta tiene cuatro párrafos fundamentales. Algo del primero y el segundo están desclasificados, el tercero y el cuarto son aún secretos. ¿Qué diablos habrá ahí? En otras palabras, este documento vale más por lo que no dice, que por lo que dice. Según ellos hay mucho más contenido del programa encubierto que no fue desclasificado, pero lo que dice es muy revelador. La base de todo el plan es crear una oposición y en segundo lugar una poderosa ofensiva de propaganda para levantarla. ¿No te suena familiar? Hablamos de marzo de 1960
Es muy interesante ver lo que pasó cuando se discutió este documento en la Casa Blanca. El presidente Eisenhower le hizo jurar a todos los presentes (miembros del Consejo de Seguridad Nacional) que nunca reconocerían haber conocido lo leído y escuchado; pero al día siguiente el presidente llamó al director de la CIA y lo instruyó a que nunca más llevara documentos sobre las operaciones encubiertas contra Cuba a las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional. Solo hablarlas directamente con él. Conclusión: ni Dios sabe cuantas otras cosas están ocultas.
Pero lo esencial desde el principio era crear una oposición e inflarla con la propaganda.
¿Fueron estos los primeros planes encubiertos del gobierno de Estados Unidos contra Cuba?
Recuerda cuando el Padre de la Patria escribió que el secreto de la política norteamericana es apoderarse de Cuba; eso está en un mensaje a la emigración cubana en Nueva York, sobre la importancia de la solidaridad del pueblo norteamericano, pero les recomienda la vigilancia frente al gobierno.
¿Por qué llega a esa conclusión? España artillaba sus barcos en Estados Unidos, utilizaba los puertos norteamericanos para organizar el bloqueo contra Cuba. Así impidieron la ayuda de los emigrados a los patriotas en la isla y el avance del oriente a occidente.
Los patriotas tenían que afrontar la persecución y la prisión. En varios documentos que presentó ante el Congreso, el presidente Ulises Grant insultó y amenazó a los emigrados cubanos, afirmando que le impondrían los mayores castigos si intentaban hacer algo contra su aliada España.
Con Martí se va a repetir lo mismo. Recordemos La Fernandina y los insultos. Los cubanos y los latinoamericanos deberíamos releer a cada rato el artículo Vindicación de Cuba.
Siempre Estados Unidos trató de aplastar y reprimir a la emigración cubana que fue muy importante, sin embargo, a partir de 1959 se dedican a organizar a los batistianos. Parte de este plan también es organizar grupos de exiliados cuya principal función será servir de cobertura a la actividad opositora dentro de Cuba.
La historia de Estados Unidos con relación a Cuba es la de un país agresor que siempre ha tratado de aplastar a esta nación y además la ha despreciado. Lo dijo en su tiempo Céspedes, lo dijo en su tiempo Martí, el cubano que mejor conoció a Estados Unidos, que vivió gran parte de su vida allá.
¿Por qué un documento tan secreto se da a conocer casi cuarenta años después?
Recuerda la fecha. En 1991 era un hecho el derrumbe del campo socialista; muchos estaban convencidos de que la Revolución Cubana tenía sus días contados. Como esperaban el desplome comienzan a publicar informaciones que son disponibles hoy para cualquiera.
La lógica indica que cuando una estrategia no da resultados se cambia. ¿Por qué no ha sucedido eso con la política de acción encubierta contra cuba después de cincuenta años?
El poeta mexicano, Octavio Paz, que no era hombre de izquierda ni simpatizante de la Revolución Cubana, una vez definió la política norteamericana con dos palabras: arrogancia e ignorancia. Pero esa combinación los ha llevado a persistir en políticas y actitudes fallidas.
Cuba es una pequeña isla ambicionada por Estados Unidos desde los fundadores de esa nación, que nos consideraron siempre como una colonia, como un súbdito. Eso está comprobado en la historia desde Jefferson hasta Obama, porque cuando Obama pide que Cuba sea de una u otra manera, está actuando como si fuera el dueño de este país.
Jefferson quería apoderarse de Cuba. Murió después de dejar la presidencia mandándole cartas a su sucesor insistiendo en el tema. La Florida no pertenecía aún a los Estados Unidos cuando ya dicho presidente consideraba que había que agregar Cuba a los nacidos en Estados Unidos. La consideraron clave desde el principio. Eso es un dato parte de nuestra historia que no podemos olvidar.
Sin embargo, los planes de Estados Unidos contra Cuba nunca lograron ser tan “encubiertos”
Sí, pero fíjate como se empeña en ocultarla, porque te hablan del tema como si fuera entre cubanos en el que ellos no tienen nada que ver.
No hace mucho las Damas de Blanco reconocieron que Santiago Álvarez, un terrorista confeso que acaba de salir de la cárcel, les envió un cheque estando en prisión; porque la CÍA y la AID también le dan recursos a algunos grupos contrarrevolucionarios para que se encarguen de enviarlos a Cuba.
Recibir o dar recursos financieros a un terrorista es un delito terrible en Estados Unidos. Pero Santiago Álvarez no es musulmán, no tiene origen árabe y por lo tanto puede hacer todas esas cosas.
Hace poco cualquier norteamericano de la Florida pudo ver la marcha en apoyo a estas señoras que les gusta tanto transitar por las calles de La Habana. Posada Carriles no se escondió, se vistió también de blanco en apoyo a la “disidencia” cubana.
El año pasado se publicó un informe de la AID sobre la necesidad de ser más cuidadosos en los datos presentados para cubrir a sus fuentes, porque eran actividades ilegales, pero aún así, se sabe que hay una partida del presupuesto de la Agencia para esto. Existen motivos para convencerse de que existen partidas más importantes, pero que no se saben por ser parte de las actividades encubierta que Eisenhower pidió mantener bajo silencio.
Hay una discusión en Washington sobre eso. Hace unos meses se publicó un informe criticando algunos aspectos de la ejecución del presupuesto de la AID. Como ocurre entre los delincuentes, parte de esos fondos lo utilizaban algunos vividores en Miami en lugar de enviarlo a sus agentes en Cuba.
¿Qué se discute ahora? ¿Poner fin a esa injerencia? No. Se discuten las medidas que se deben tomar para que el dinero llegue de manera más eficiente. Es un secreto a voces que la prensa conoce perfectamente bien, saben también que hay un plan, que hay instrucciones. Como dijo Noam Chomsky, la principal característica de las corporaciones mediáticas es la disciplina; nunca se equivocan en seguir las líneas fundamentales. Pueden aparentar disensiones, pero en lo fundamental siguen el trillo que se les indican.
Esa disciplina es evidente por estos días, cuando se publica tanto sobre las Damas de Blanco y los supuestos presos políticos. ¿El objetivo en este caso será darle a estos grupos la legitimidad que no encuentran en la población cubana?
Puede tener varios objetivos. Uno de ellos encaminado a dañar las relaciones de Cuba con el mundo exterior, tratar de debilitarnos en ese terreno donde han tenido grandes derrotas
Hay un tema que quiero resaltar. Esos medios que se desbocan hablando contra Cuba y a favor de los supuestos presos, mantienen un silencio sepulcral ante el caso de nuestros cinco compañeros presos en Estados Unidos. Mientras eso sucede, todos los medios de prensa norteamericanos hablan ahora sobre la situación de estos mercenarios pagados durante cincuenta años con el dinero de los trabajadores y los empresarios estadounidenses ¿Tienes una idea de cuanto habrán gastado en cincuenta años, sin control y sin auditoría? Recordemos que a la CIA nadie la audita.
Yo creo que busca ante todo dañar la imagen de Cuba, tratar de falsificar lo que realmente significa la Revolución Cubana, y no nos engañemos, no es porque ellos estén viviendo en un jardín de rosas, sino porque el sistema y la filosofía política que prevalece en Estados Unidos están en crisis.
Es una indecencia hablar de la desgraciada muerte de Zapata como si fuera una responsabilidad de Cuba. A ese señor nadie lo obligó a declararse en huelga de hambre. No era un preso político, no estaba en la famosa lista que todos los medios tienen y explotan constantemente. Lo incorporan como disidente cuando descubren que podían convertirlo en un instrumento para su campaña. Desgraciadamente perdió la vida.
¿Cuántas vidas ha salvado la Revolución? ¿Cuántas vidas ha ayudado a salvar aquí y fuera del mundo? Posiblemente sea Cuba el país que más dignifique a la vida, que más respete la vida, que más ayude a la gente a vivir.
Yo diría que aquellos que alientan y ensalzan a los que se han prestado a esta operación mediática contra Cuba, son responsables por las vidas de esas personas, por la del señor Zapata y por cualquier otra que se produzca.
Sorprendió ver el silencio de la prensa internacional, cuando la Televisión cubana trasmitió un reportaje desmontando las mentiras en torno a la muerte de Zapata.
Por eso te digo que tienen responsabilidad con la muerte. Creo que es lamentable que ese señor haya muerto, me parece absurdo.
Comprendo qué puede haber funcionado en su mente. Por sus antecedentes penales no le pueden dar una visa a Estados Unidos, sin embargo, en cuanto asume la condición de disidente pasa a ser un héroe y se limpiaba su expediente delictivo. Quizás eso, acompañado por la propaganda que recibía, lo alentaba a persistir.
Yo he visto cosas que realmente harán hablar las piedras, como decía el Quijote. El señor presidente del Parlamente Europeo hizo una declaración pidiéndole a Cuba que pusiera en libertad a los presos políticos, especialmente a Fariñas, que aún se mantiene en huelga de hambre.
Fariñas estaba en su casa y en algún momento fue trasladado al hospital con su consentimiento y el de su familia. Algunos periodistas más objetivos fueron a entrevistarlo allá en Santa Clara y describen como saludaba a las personas, veía televisión, leía el periódico Granma, hablaba por teléfono con cuanta persona lo quisiera llamar. Tiene al pie de la cama una enfermera las 24 horas del día.
En una de esas entrevistas Fariñas dijo que recibía un trato de excelencia en el hospital donde está, que todo el mundo lo conoce. No te olvides que esa es la huelga de hambre número 23. Ahora, presentarlo como un superhéroe es una forma de estimularlo a que se mantenga en su posición.
Recordemos a la famosa Dama de Hierro, la señora Margaret Thatcher, cuando aquellos combatientes irlandeses que eso sí eran presos políticos porque luchaban por la independencia de su patria, se declararon en huelga de hambre. Ella dijo allá ellos, si escogieron no comer que no coman y todos murieron sin tanta publicidad, sin tanta llamadera por teléfono, sin ninguna declaración del Parlamento Europeo. Todavía está por producirse la primera declaración de esa institución autocriticándose por haber callado frente a la muerte de los irlandeses.
¿En el caso de Europa es solo doble rasero? ¿No persiste allí la mentalidad de metrópolis y el desprecio por esta parte del mundo?
Francamente metrópolis bien segundonas. La posición común de Europa no es más que un acto de subordinación a los norteamericanos y una cobardía. La Ley Helms Burton fue una bofetada contra Europa y el resto del mundo al imponer castigos ilegales contra empresas europeas. Europa protestó, se rasgó las vestiduras, amenazó con llevar el asunto a la Organización Mundial del Comercio y lo llevó… pero nada más por un ratico.
Estados Unidos presionó y llegaron a un entendimiento. Washington les dijo durante la presidencia de Clinton que iba a considerar la posibilidad de modificar algunos aspectos de la ley y han pasado ya quince años y no han modificado ni una coma. A cambio de eso Europa cooperaría con Estados Unidos en la promoción de la “democracia” y los “derechos humanos” en Cuba. Esa es la esencia de la posición común.
Dos veces al año el presidente de Estados Unidos tiene que emitir una comunicación para que no comiencen los juicios contra las empresas que invierten en Cuba, porque es parte de la Ley Helms Burton. Dos veces al año, Clinton, Bush y ahora Obama certifican ante el Congreso que es conveniente suspender el inicio de esos juicios porque garantizan la cooperación europea para cumplir sus objetivos en Cuba.
Europa ha sido y es cómplice subalterna de la política norteamericana contra Cuba.
¿Qué le sucedería a alguien que estuviera en huelga de hambre en Estados Unidos, entrara en crisis y fuera a un hospital?
Tendría un gran problema porque lo primero que tienes que hacer en un hospital de Estados Unidos es pasar por la oficina en la que tienes que explicar como vas a pagar tu atención. Tendría que mostrar tu seguro y por supuesto la categoría de huelga de hambre no se cubre en ninguna parte. En Estados Unidos muere mucha gente de hambre sin querer pasar hambre y a quien se le ocurra esa locura no le van a dar un suero en ningún hospital.
Aquí se hace con estos personajes ¿Quién lo hace? El único pueblo del mundo que es objeto de una guerra económica que incluye la prohibición de que empresas norteamericanas nos vendan fármacos y equipos médicos. A pesar de eso este país mantiene un sistema de salud que no pueden soñar muchos norteamericanos, europeos o los ciudadanos de algunos países de América Latina que tienen la desvergüenza de presentar a Cuba como si tuviera alguna responsabilidad.
Ninguno de ellos pueden explicar cómo están sus presos y todos tienen presos políticos. Ninguno de ellos haría algo para salvarle la vida a alguien que se le ocurriese una locura semejante.
¿Tú puedes asegurarme a mí que no hay algún preso en Estados Unidos que se haya declarado en huelga de hambre? No podrías hacerlo, porque ningún medio de prensa se ocupa de dar esa información, pero tengo entendido que unos cuantos lo han hecho por desesperación ante las torturas y los martirios que le impusieron en la base de Guantánamo. ¿Y los que mandan a las cárceles secretas de las CIA en todo el mundo? Nadie puede tener la menor idea de cuantos han muertos de inanición o de torturas en esas prisiones.
En el caso cubano es muy sencillo. Rápidamente aparece la prensa, las cámaras y los micrófonos. Como hongos se reproducen. ¿Eso es casual? No, tiene que ver con la parte oculta de este plan de política encubierta.
En 1991, el gobierno de los Estados Unidos desclasificó un grupo de documentos referidos a Cuba durante el período de 1958 hasta 1960. Uno de esos textos constituye el origen de la más reciente campaña mediática contra la Isla.
Este enorme libro se publicó por el Departamento de Estado en 1991. En la pagina 850, el documento 481 es el Programa de acción encubierta en contra del régimen de Castro, como ellos le llaman a la Revolución Cubana. La mayor parte del texto está tachado, o sea, es aún secreto, pero voy a leer lo que dicen estas tres líneas: El primer requerimiento es la creación de una oposición cubana al régimen de Castro y el segundo es desatar una poderosa ofensiva de propaganda en nombre de esa oposición para realzarla.
Según aparece aquí, el Programa de acción encubierta tiene cuatro párrafos fundamentales. Algo del primero y el segundo están desclasificados, el tercero y el cuarto son aún secretos. ¿Qué diablos habrá ahí? En otras palabras, este documento vale más por lo que no dice, que por lo que dice. Según ellos hay mucho más contenido del programa encubierto que no fue desclasificado, pero lo que dice es muy revelador. La base de todo el plan es crear una oposición y en segundo lugar una poderosa ofensiva de propaganda para levantarla. ¿No te suena familiar? Hablamos de marzo de 1960
Es muy interesante ver lo que pasó cuando se discutió este documento en la Casa Blanca. El presidente Eisenhower le hizo jurar a todos los presentes (miembros del Consejo de Seguridad Nacional) que nunca reconocerían haber conocido lo leído y escuchado; pero al día siguiente el presidente llamó al director de la CIA y lo instruyó a que nunca más llevara documentos sobre las operaciones encubiertas contra Cuba a las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional. Solo hablarlas directamente con él. Conclusión: ni Dios sabe cuantas otras cosas están ocultas.
Pero lo esencial desde el principio era crear una oposición e inflarla con la propaganda.
¿Fueron estos los primeros planes encubiertos del gobierno de Estados Unidos contra Cuba?
Recuerda cuando el Padre de la Patria escribió que el secreto de la política norteamericana es apoderarse de Cuba; eso está en un mensaje a la emigración cubana en Nueva York, sobre la importancia de la solidaridad del pueblo norteamericano, pero les recomienda la vigilancia frente al gobierno.
¿Por qué llega a esa conclusión? España artillaba sus barcos en Estados Unidos, utilizaba los puertos norteamericanos para organizar el bloqueo contra Cuba. Así impidieron la ayuda de los emigrados a los patriotas en la isla y el avance del oriente a occidente.
Los patriotas tenían que afrontar la persecución y la prisión. En varios documentos que presentó ante el Congreso, el presidente Ulises Grant insultó y amenazó a los emigrados cubanos, afirmando que le impondrían los mayores castigos si intentaban hacer algo contra su aliada España.
Con Martí se va a repetir lo mismo. Recordemos La Fernandina y los insultos. Los cubanos y los latinoamericanos deberíamos releer a cada rato el artículo Vindicación de Cuba.
Siempre Estados Unidos trató de aplastar y reprimir a la emigración cubana que fue muy importante, sin embargo, a partir de 1959 se dedican a organizar a los batistianos. Parte de este plan también es organizar grupos de exiliados cuya principal función será servir de cobertura a la actividad opositora dentro de Cuba.
La historia de Estados Unidos con relación a Cuba es la de un país agresor que siempre ha tratado de aplastar a esta nación y además la ha despreciado. Lo dijo en su tiempo Céspedes, lo dijo en su tiempo Martí, el cubano que mejor conoció a Estados Unidos, que vivió gran parte de su vida allá.
¿Por qué un documento tan secreto se da a conocer casi cuarenta años después?
Recuerda la fecha. En 1991 era un hecho el derrumbe del campo socialista; muchos estaban convencidos de que la Revolución Cubana tenía sus días contados. Como esperaban el desplome comienzan a publicar informaciones que son disponibles hoy para cualquiera.
La lógica indica que cuando una estrategia no da resultados se cambia. ¿Por qué no ha sucedido eso con la política de acción encubierta contra cuba después de cincuenta años?
El poeta mexicano, Octavio Paz, que no era hombre de izquierda ni simpatizante de la Revolución Cubana, una vez definió la política norteamericana con dos palabras: arrogancia e ignorancia. Pero esa combinación los ha llevado a persistir en políticas y actitudes fallidas.
Cuba es una pequeña isla ambicionada por Estados Unidos desde los fundadores de esa nación, que nos consideraron siempre como una colonia, como un súbdito. Eso está comprobado en la historia desde Jefferson hasta Obama, porque cuando Obama pide que Cuba sea de una u otra manera, está actuando como si fuera el dueño de este país.
Jefferson quería apoderarse de Cuba. Murió después de dejar la presidencia mandándole cartas a su sucesor insistiendo en el tema. La Florida no pertenecía aún a los Estados Unidos cuando ya dicho presidente consideraba que había que agregar Cuba a los nacidos en Estados Unidos. La consideraron clave desde el principio. Eso es un dato parte de nuestra historia que no podemos olvidar.
Sin embargo, los planes de Estados Unidos contra Cuba nunca lograron ser tan “encubiertos”
Sí, pero fíjate como se empeña en ocultarla, porque te hablan del tema como si fuera entre cubanos en el que ellos no tienen nada que ver.
No hace mucho las Damas de Blanco reconocieron que Santiago Álvarez, un terrorista confeso que acaba de salir de la cárcel, les envió un cheque estando en prisión; porque la CÍA y la AID también le dan recursos a algunos grupos contrarrevolucionarios para que se encarguen de enviarlos a Cuba.
Recibir o dar recursos financieros a un terrorista es un delito terrible en Estados Unidos. Pero Santiago Álvarez no es musulmán, no tiene origen árabe y por lo tanto puede hacer todas esas cosas.
Hace poco cualquier norteamericano de la Florida pudo ver la marcha en apoyo a estas señoras que les gusta tanto transitar por las calles de La Habana. Posada Carriles no se escondió, se vistió también de blanco en apoyo a la “disidencia” cubana.
El año pasado se publicó un informe de la AID sobre la necesidad de ser más cuidadosos en los datos presentados para cubrir a sus fuentes, porque eran actividades ilegales, pero aún así, se sabe que hay una partida del presupuesto de la Agencia para esto. Existen motivos para convencerse de que existen partidas más importantes, pero que no se saben por ser parte de las actividades encubierta que Eisenhower pidió mantener bajo silencio.
Hay una discusión en Washington sobre eso. Hace unos meses se publicó un informe criticando algunos aspectos de la ejecución del presupuesto de la AID. Como ocurre entre los delincuentes, parte de esos fondos lo utilizaban algunos vividores en Miami en lugar de enviarlo a sus agentes en Cuba.
¿Qué se discute ahora? ¿Poner fin a esa injerencia? No. Se discuten las medidas que se deben tomar para que el dinero llegue de manera más eficiente. Es un secreto a voces que la prensa conoce perfectamente bien, saben también que hay un plan, que hay instrucciones. Como dijo Noam Chomsky, la principal característica de las corporaciones mediáticas es la disciplina; nunca se equivocan en seguir las líneas fundamentales. Pueden aparentar disensiones, pero en lo fundamental siguen el trillo que se les indican.
Esa disciplina es evidente por estos días, cuando se publica tanto sobre las Damas de Blanco y los supuestos presos políticos. ¿El objetivo en este caso será darle a estos grupos la legitimidad que no encuentran en la población cubana?
Puede tener varios objetivos. Uno de ellos encaminado a dañar las relaciones de Cuba con el mundo exterior, tratar de debilitarnos en ese terreno donde han tenido grandes derrotas
Hay un tema que quiero resaltar. Esos medios que se desbocan hablando contra Cuba y a favor de los supuestos presos, mantienen un silencio sepulcral ante el caso de nuestros cinco compañeros presos en Estados Unidos. Mientras eso sucede, todos los medios de prensa norteamericanos hablan ahora sobre la situación de estos mercenarios pagados durante cincuenta años con el dinero de los trabajadores y los empresarios estadounidenses ¿Tienes una idea de cuanto habrán gastado en cincuenta años, sin control y sin auditoría? Recordemos que a la CIA nadie la audita.
Yo creo que busca ante todo dañar la imagen de Cuba, tratar de falsificar lo que realmente significa la Revolución Cubana, y no nos engañemos, no es porque ellos estén viviendo en un jardín de rosas, sino porque el sistema y la filosofía política que prevalece en Estados Unidos están en crisis.
Es una indecencia hablar de la desgraciada muerte de Zapata como si fuera una responsabilidad de Cuba. A ese señor nadie lo obligó a declararse en huelga de hambre. No era un preso político, no estaba en la famosa lista que todos los medios tienen y explotan constantemente. Lo incorporan como disidente cuando descubren que podían convertirlo en un instrumento para su campaña. Desgraciadamente perdió la vida.
¿Cuántas vidas ha salvado la Revolución? ¿Cuántas vidas ha ayudado a salvar aquí y fuera del mundo? Posiblemente sea Cuba el país que más dignifique a la vida, que más respete la vida, que más ayude a la gente a vivir.
Yo diría que aquellos que alientan y ensalzan a los que se han prestado a esta operación mediática contra Cuba, son responsables por las vidas de esas personas, por la del señor Zapata y por cualquier otra que se produzca.
Sorprendió ver el silencio de la prensa internacional, cuando la Televisión cubana trasmitió un reportaje desmontando las mentiras en torno a la muerte de Zapata.
Por eso te digo que tienen responsabilidad con la muerte. Creo que es lamentable que ese señor haya muerto, me parece absurdo.
Comprendo qué puede haber funcionado en su mente. Por sus antecedentes penales no le pueden dar una visa a Estados Unidos, sin embargo, en cuanto asume la condición de disidente pasa a ser un héroe y se limpiaba su expediente delictivo. Quizás eso, acompañado por la propaganda que recibía, lo alentaba a persistir.
Yo he visto cosas que realmente harán hablar las piedras, como decía el Quijote. El señor presidente del Parlamente Europeo hizo una declaración pidiéndole a Cuba que pusiera en libertad a los presos políticos, especialmente a Fariñas, que aún se mantiene en huelga de hambre.
Fariñas estaba en su casa y en algún momento fue trasladado al hospital con su consentimiento y el de su familia. Algunos periodistas más objetivos fueron a entrevistarlo allá en Santa Clara y describen como saludaba a las personas, veía televisión, leía el periódico Granma, hablaba por teléfono con cuanta persona lo quisiera llamar. Tiene al pie de la cama una enfermera las 24 horas del día.
En una de esas entrevistas Fariñas dijo que recibía un trato de excelencia en el hospital donde está, que todo el mundo lo conoce. No te olvides que esa es la huelga de hambre número 23. Ahora, presentarlo como un superhéroe es una forma de estimularlo a que se mantenga en su posición.
Recordemos a la famosa Dama de Hierro, la señora Margaret Thatcher, cuando aquellos combatientes irlandeses que eso sí eran presos políticos porque luchaban por la independencia de su patria, se declararon en huelga de hambre. Ella dijo allá ellos, si escogieron no comer que no coman y todos murieron sin tanta publicidad, sin tanta llamadera por teléfono, sin ninguna declaración del Parlamento Europeo. Todavía está por producirse la primera declaración de esa institución autocriticándose por haber callado frente a la muerte de los irlandeses.
¿En el caso de Europa es solo doble rasero? ¿No persiste allí la mentalidad de metrópolis y el desprecio por esta parte del mundo?
Francamente metrópolis bien segundonas. La posición común de Europa no es más que un acto de subordinación a los norteamericanos y una cobardía. La Ley Helms Burton fue una bofetada contra Europa y el resto del mundo al imponer castigos ilegales contra empresas europeas. Europa protestó, se rasgó las vestiduras, amenazó con llevar el asunto a la Organización Mundial del Comercio y lo llevó… pero nada más por un ratico.
Estados Unidos presionó y llegaron a un entendimiento. Washington les dijo durante la presidencia de Clinton que iba a considerar la posibilidad de modificar algunos aspectos de la ley y han pasado ya quince años y no han modificado ni una coma. A cambio de eso Europa cooperaría con Estados Unidos en la promoción de la “democracia” y los “derechos humanos” en Cuba. Esa es la esencia de la posición común.
Dos veces al año el presidente de Estados Unidos tiene que emitir una comunicación para que no comiencen los juicios contra las empresas que invierten en Cuba, porque es parte de la Ley Helms Burton. Dos veces al año, Clinton, Bush y ahora Obama certifican ante el Congreso que es conveniente suspender el inicio de esos juicios porque garantizan la cooperación europea para cumplir sus objetivos en Cuba.
Europa ha sido y es cómplice subalterna de la política norteamericana contra Cuba.
¿Qué le sucedería a alguien que estuviera en huelga de hambre en Estados Unidos, entrara en crisis y fuera a un hospital?
Tendría un gran problema porque lo primero que tienes que hacer en un hospital de Estados Unidos es pasar por la oficina en la que tienes que explicar como vas a pagar tu atención. Tendría que mostrar tu seguro y por supuesto la categoría de huelga de hambre no se cubre en ninguna parte. En Estados Unidos muere mucha gente de hambre sin querer pasar hambre y a quien se le ocurra esa locura no le van a dar un suero en ningún hospital.
Aquí se hace con estos personajes ¿Quién lo hace? El único pueblo del mundo que es objeto de una guerra económica que incluye la prohibición de que empresas norteamericanas nos vendan fármacos y equipos médicos. A pesar de eso este país mantiene un sistema de salud que no pueden soñar muchos norteamericanos, europeos o los ciudadanos de algunos países de América Latina que tienen la desvergüenza de presentar a Cuba como si tuviera alguna responsabilidad.
Ninguno de ellos pueden explicar cómo están sus presos y todos tienen presos políticos. Ninguno de ellos haría algo para salvarle la vida a alguien que se le ocurriese una locura semejante.
¿Tú puedes asegurarme a mí que no hay algún preso en Estados Unidos que se haya declarado en huelga de hambre? No podrías hacerlo, porque ningún medio de prensa se ocupa de dar esa información, pero tengo entendido que unos cuantos lo han hecho por desesperación ante las torturas y los martirios que le impusieron en la base de Guantánamo. ¿Y los que mandan a las cárceles secretas de las CIA en todo el mundo? Nadie puede tener la menor idea de cuantos han muertos de inanición o de torturas en esas prisiones.
En el caso cubano es muy sencillo. Rápidamente aparece la prensa, las cámaras y los micrófonos. Como hongos se reproducen. ¿Eso es casual? No, tiene que ver con la parte oculta de este plan de política encubierta.
II
Según el Jefe de Estado, en la Isla se ha producido un creciente hostigamiento “hacia aquellos que se atreven a dar voz a los deseos de sus compatriotas cubanos". Obnubilado por los falsos ecos de las manifestaciones de las “damas de blanco” —grupo de probada militancia mercenaria— y por las protestas promovidas por algunos de los llamados “presos de conciencia”, el presidente pide el “fin de la represión” en Cuba. Pensemos, sin perder la esperanza, en que el empeño de Obama por sacar adelante la reforma sanitaria y la nueva ofensiva a Kandahar, han mediado su concentración para discernir entre bullicio y realidad y limitado sus posibilidades de analizar cabalmente el tema de Cuba.
La palabra “madres”, seguramente conmueve también a Obama tanto como ha conmocionado a otros que las mencionan casi a diario en sus páginas de Internet. En las salidas recientes de estas mujeres por calles de La Habana, las protagonistas se convirtieron en la comidilla de los medios y en receptoras de la “solidaridad” de personas dentro y fuera del Archipiélago. Sin embargo, las “insensibles” autoridades de la Isla, no han cedido ante los últimos “juegos de fuerza” y por ello, han merecido convertirse en diana de los pronunciamientos de anticubanos desde algunas latitudes y partidos.
Y claro, es difícil que alguien —como le sucedió a Obama— no se sienta “perturbado” por imágenes de las madres de los “presos políticos” cubanos “reprimidas por el régimen”. Lo que replicaron El País, El Mundo, La Vanguardia, BBC Mundo o El Nuevo Herald, sobre los “paseos” de las “damas” por La Habana, fue su verdad manejada. Las fotos y videos que las muestran junto a oficiales del Ministerio del Interior, no dicen que estos trataban de protegerlas para devolverlas a sus casas, no muestran las olas de pueblo que iban detrás, abucheándolas por su actuación ridícula.
Mientras en la Calle 8 de Miami, en complicidad con las “señoras del gladiolo” marchaban el confeso terrorista Luis Posada Carriles —cuyos crímenes encubre la “gran prensa”— y la cantante Gloria Estefan —a quien hace poco se le reconocieron vínculos con la CIA y la participación en operaciones ilegales de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)—, se aliaban al nuevo manifiesto condenatorio a la Isla que con el slogan “Yo acuso al gobierno cubano” firman personajes de todas las tendencias. Nadie se explica cómo pudieron comulgar juntos en pos de una misma carta, activistas de filiaciones tan controversiales como Ninoska Pérez, ex cabecilla de la FNCA; el escritor peruano Mario Vargas Llosa, crítico obsesivo de la Revolución; Carlos Alberto Montaner, conocido agente de la CIA o Ernesto Hernández Busto, articulista de Penúltimos días, quien en 2008 declaró abiertamente simpatizar con la idea de que una intervención militar de Estados Unidos es “la manera más rápida y productiva” para “acabar” con la Revolución cubana.
Los promotores de esta otra campaña se ufanan de haber inscrito unas 40 mil firmas desde la Isla y el extranjero, pero no se atreven a profundizar en el prestigio de las rúbricas. Ni siquiera es posible conocer a la mayoría de los firmantes, pues sus nombres no se divulgan. No han encontrado el respaldo suficiente de voces destacadas de la intelectualidad y la cultura. Solo unos pocos artistas famosos o apenas dos o tres con obras valiosas, han suscrito este texto perverso y falsario. Habría que preguntarse si realmente leyeron esas líneas donde se llega a reclamar a la Revolución, el “respeto a la vida”.
Otro recurso que denuncia la verdadera naturaleza de esta estrategia de los medios fue el empleado contra el actor Willy Toledo y el cantante Miguel Bosé. El objetivo es emplazar a todo el que se pare ante un micrófono, lo mismo para presentar un disco, que para solidarizarse con Haití. Sin embargo, el testimonio final de Toledo, por solo citar uno de los ejemplos, ofrece pocas posibilidades a la interpretación ambigua: “A Cuba le imparten clases de derechos humanos los mismos que planean y ejecutan `guerras preventivas´; le exigen respeto a las garantías penales y procesales quienes miran a otro lado cuando se menciona Abu Grahib o Bagram, quienes crean y mantienen Guantánamo o le dan carta de naturaleza, consintiendo que vuelos secretos con personas secuestradas hagan escala en su territorio o acogiendo en su sistema penitenciario a sus `presos´”.
Algo similar sucedió con las declaraciones del cantautor cubano Silvio Rodríguez. En una de intervenciones a propósito de la presentación de su más reciente disco Segunda cita hizo referencia al texto de la canción “Sea Señora”: A desencanto, opóngase deseo. Superen la erre de revolución. Y aclaró: “si suprimimos la ´r´ de Revolución lo que queda es evolución. A eso me refiero. Es imposible que haya un mundo en semejante estado de reposo”. Fue suficiente para que las palabras del trovador se convirtieran en diana de la más inescrupulosa y premeditada descontextualización. Omitieron sus palabras cuando advirtió estar “viendo amplificado últimamente situaciones hacia Cuba y contra Cuba que durante todos estos 50 años” había percibido idénticas. “Y en este momento —agregó—, quizá producto de las características de la tecnología, parece, pareciera, que hay como un consenso superior contra Cuba”. Era obvio que el resto de sus comentarios no convenía como titulares a la misma prensa que quiso sumarlo al fabricado cúmulo de señales que promueven la idea de una “change” en la Isla. Diciendo sus verdades “a tiempo y sonriente”, Silvio confirmó: “yo, que llevo 50 años viviendo en Cuba, y que conozco todo eso que ha pasado, sigo teniendo muchas más razones para creer en la Revolución que para creer en sus detractores”.
Las versiones que algunas agencias ofrecen acerca de la Cuba de hoy, no son más que un reducto favorable a los intereses del imperialismo. Así apareció Orlando Zapata Tamayo como el mártir que necesitaba la contrarrevolución carente de líderes y fetiches. Los adversarios, más activos que en otras ocasiones, encontraron en la muerte de un ser humano, el motivo para empezar, desde la más reacia fracción de la blogosfera y luego con el sostén de medios como El País y The Washington Post, una de las más cruentas maniobras mediáticas para incriminarnos.
El diario del Grupo PRISA se estrenó en la contienda el 25 de febrero con el editorial “Credenciales cubanas”, al que le han seguido varias ráfagas de reportajes y artículos de opinión. La búsqueda de la palabra “Cuba” arrojaba el 30 de marzo unos 120 resultados para la versión de este periódico en Internet. Silenciando incluso la situación de los civiles en Afganistán o la de los huérfanos de Haití a causa del terremoto del pasado enero, El País consagra parte de sus páginas a amplificar a la bloguera Yoani Sánchez —mercenaria pagada para realizar actividad subversiva dentro de la Isla. Para rematar, en “Cuba, cuenta atrás”, del primero de abril, el diario vuelve a tenderle la mano a las “damas de blanco” y los llamados “presos políticos”, intentando quitarles la etiqueta de “agentes del imperialismo”.
El tono de El País no logra camuflar el deseo de hostigamiento a Cuba. Su “tarde o temprano, el Gobierno cubano tendrá que poner en libertad a los presos políticos y, por tanto, mejor que lo haga cuanto antes”, resulta amenazante. Tendríamos que preguntarles quién se atreverá a espetarle en ese tono a Obama por los Cinco cubanos presos injustamente en los EE.UU.
Aprovechando la coyuntura, una vez más, le hacen el juego a los Estados Unidos, en el afán por erosionar las relaciones de Cuba con el mundo y demeritar el ejemplo inspirador de la Revolución para los pueblos latinoamericanos. El Parlamento Europeo ha llegado a emitir una resolución que estimula a las instituciones de sus países para que “alienten sin reservas el inicio de un proceso pacífico de transición política hacia una democracia pluripartidista en Cuba”. Europa ha vuelto a la carga con saña, alzando ahora el banderín de la “situación de los presos políticos”. Así, también, complementa la mentira gigante sobre un pueblo que desde hace 50 años ha defendido la solidaridad como principio y no conoce en suelo propio de torturas ni de ejecuciones fuera de la ley.
Para mantener el fuego atizado, un día después del deceso del preso Tamayo, apareció Coco Fariñas, el nuevo candidato a “santo de la disidencia”, quien ha recibido la visita de funcionarios de la embajada española en La Habana y la propuesta de ese mismo gobierno de ser trasladado a su país. Los tutores europeos y norteamericanos “revolotean” alrededor de cualquier acción que pueda generar desconfianza hacia Cuba. Recordemos que en las mismas calles por las que caminaron las “damas de blanco” en días pasados, podía encontrarse con facilidad a Lowell Dale Lawton, segundo Secretario Político Económico de la SINA, Ingemar Cederberg, Ministro de la Embajada de Suecia, o a Volker Pellet, funcionario del gobierno alemán en La Habana.
Cuando el 23 de marzo El País informó sobre los acuerdos de la última reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Aruba, y comentó sobre el aumento de la violencia hacia los profesionales de la información, señaló que “las conclusiones [del evento] incluyen una referencia directa a la situación de los derechos humanos en Cuba y al `calvario´ del periodista cubano Guillermo Fariñas”. Nada se dice en esta nota acerca de Honduras, donde en la semana anterior, dos periodistas habían sido asesinados por la cobertura de las protestas contra el golpe de Estado de junio de 2009.
Siguiendo la ruta de este plan de marcado matiz terrorista para la desestabilización de la Revolución cubana –aclaremos que los medios no han utilizado nunca el término “terrorista” para referirse a la campaña- aparece también la censura por parte de la empresa Google al blog del articulista y ensayista cubano Enrique Ubieta Gómez, quien ha denunciado el acoso mediático y ha descaracterizado a sus impulsores. La conjura duró poco, pues el blog fue restituido, al parecer, luego de los comentarios que comenzaban a suscitarse alrededor de la legitimidad de la tantas veces ponderada “libertad de expresión”. No convenía, pues, callar otra voz, por incómoda que fuere, cuando la prensa ataca a Cuba, empuñando, precisamente, el estilete de la “palabra libre”.
Una nueva artimaña se ha gestado en los últimos días por los promotores de la carta sin firmas: un llamado a los escritores y artistas cubanos a traicionar a la Revolución, una colección de aforismos sin sustento y más mentiras que se añade a la aviesa e inescrupulosa campaña contra Cuba.
El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano emplazaba, a propósito de esta nueva embestida, a las publicaciones que han hecho foco en Cuba buscando encontrar solo defectos, y denunciaba que los grandes medios de comunicación “no hayan recogido en tantas páginas que dedicaron al terremoto de Haití, que el país que más médicos mandó fue Cuba, 1.000, y que los galenos haitianos recibieron la formación en el país cubano de forma gratuita”.
Galeano ha aportado además, una metáfora de contenido irrebatible: “contra Cuba se aplica una lupa inmensa que magnifica todo lo que allí ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos, llamando la atención sobre lo que pasa en la Revolución, mientras la lupa se distrae y no alcanza ver otras cosas importantes y que los medios de comunicación no hacen por informar”.
Mientras algunos nos acusan de malévolos criminales, como tantas otras veces, los cubanos hemos recibido el respaldo de los amigos del mundo. El documento En Defensa de Cuba, que denuncia la intromisión del Parlamento Europeo en los asuntos de la Isla ha sido respaldado, entre otros, por el presidente boliviano Evo Morales, el filósofo húngaro István Mészáros, el ensayista y periodista franco-español Ignacio Ramonet, el teólogo y escritor brasileño Frei Betto, el actor estadounidense Danny Glover, el cineasta boliviano Jorge Sanjinés, el historiador y profesor italiano Piero Gleijeses, la escritora argentina Stella Caloni y el Premio Nobel de Física ruso Zhores Alfiorov.
Asimismo, se suman nombres como Atilio Borón, Carlo Frabetti, Gianni Miná, Lucius Walker, Oscar Niemeyer, Ray Brown, Setsuko Ono, Belén Gopegui, Boaventura de Sousa, Horacio Cerutti, Ana Esther Ceceña, Thiago de Melo, Alfonso Sastre y François Houtart.
Nuevamente la ética y la razón ponen a prueba a los hombres y mujeres de bien. Eso que el intelectual español y Premio Rómulo Gallegos Isaac Rosa denomina la “hipervisibilidad de Cuba”, o lo que es lo mismo, la sobreexposición mediática que ha sufrido el país en los últimos años con la excusa de los derechos humanos, no ha logrado hablar en términos justos de la realidad de este pueblo.
fuente la jiribilla
La palabra “madres”, seguramente conmueve también a Obama tanto como ha conmocionado a otros que las mencionan casi a diario en sus páginas de Internet. En las salidas recientes de estas mujeres por calles de La Habana, las protagonistas se convirtieron en la comidilla de los medios y en receptoras de la “solidaridad” de personas dentro y fuera del Archipiélago. Sin embargo, las “insensibles” autoridades de la Isla, no han cedido ante los últimos “juegos de fuerza” y por ello, han merecido convertirse en diana de los pronunciamientos de anticubanos desde algunas latitudes y partidos.
Y claro, es difícil que alguien —como le sucedió a Obama— no se sienta “perturbado” por imágenes de las madres de los “presos políticos” cubanos “reprimidas por el régimen”. Lo que replicaron El País, El Mundo, La Vanguardia, BBC Mundo o El Nuevo Herald, sobre los “paseos” de las “damas” por La Habana, fue su verdad manejada. Las fotos y videos que las muestran junto a oficiales del Ministerio del Interior, no dicen que estos trataban de protegerlas para devolverlas a sus casas, no muestran las olas de pueblo que iban detrás, abucheándolas por su actuación ridícula.
Mientras en la Calle 8 de Miami, en complicidad con las “señoras del gladiolo” marchaban el confeso terrorista Luis Posada Carriles —cuyos crímenes encubre la “gran prensa”— y la cantante Gloria Estefan —a quien hace poco se le reconocieron vínculos con la CIA y la participación en operaciones ilegales de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)—, se aliaban al nuevo manifiesto condenatorio a la Isla que con el slogan “Yo acuso al gobierno cubano” firman personajes de todas las tendencias. Nadie se explica cómo pudieron comulgar juntos en pos de una misma carta, activistas de filiaciones tan controversiales como Ninoska Pérez, ex cabecilla de la FNCA; el escritor peruano Mario Vargas Llosa, crítico obsesivo de la Revolución; Carlos Alberto Montaner, conocido agente de la CIA o Ernesto Hernández Busto, articulista de Penúltimos días, quien en 2008 declaró abiertamente simpatizar con la idea de que una intervención militar de Estados Unidos es “la manera más rápida y productiva” para “acabar” con la Revolución cubana.
Los promotores de esta otra campaña se ufanan de haber inscrito unas 40 mil firmas desde la Isla y el extranjero, pero no se atreven a profundizar en el prestigio de las rúbricas. Ni siquiera es posible conocer a la mayoría de los firmantes, pues sus nombres no se divulgan. No han encontrado el respaldo suficiente de voces destacadas de la intelectualidad y la cultura. Solo unos pocos artistas famosos o apenas dos o tres con obras valiosas, han suscrito este texto perverso y falsario. Habría que preguntarse si realmente leyeron esas líneas donde se llega a reclamar a la Revolución, el “respeto a la vida”.
Otro recurso que denuncia la verdadera naturaleza de esta estrategia de los medios fue el empleado contra el actor Willy Toledo y el cantante Miguel Bosé. El objetivo es emplazar a todo el que se pare ante un micrófono, lo mismo para presentar un disco, que para solidarizarse con Haití. Sin embargo, el testimonio final de Toledo, por solo citar uno de los ejemplos, ofrece pocas posibilidades a la interpretación ambigua: “A Cuba le imparten clases de derechos humanos los mismos que planean y ejecutan `guerras preventivas´; le exigen respeto a las garantías penales y procesales quienes miran a otro lado cuando se menciona Abu Grahib o Bagram, quienes crean y mantienen Guantánamo o le dan carta de naturaleza, consintiendo que vuelos secretos con personas secuestradas hagan escala en su territorio o acogiendo en su sistema penitenciario a sus `presos´”.
Algo similar sucedió con las declaraciones del cantautor cubano Silvio Rodríguez. En una de intervenciones a propósito de la presentación de su más reciente disco Segunda cita hizo referencia al texto de la canción “Sea Señora”: A desencanto, opóngase deseo. Superen la erre de revolución. Y aclaró: “si suprimimos la ´r´ de Revolución lo que queda es evolución. A eso me refiero. Es imposible que haya un mundo en semejante estado de reposo”. Fue suficiente para que las palabras del trovador se convirtieran en diana de la más inescrupulosa y premeditada descontextualización. Omitieron sus palabras cuando advirtió estar “viendo amplificado últimamente situaciones hacia Cuba y contra Cuba que durante todos estos 50 años” había percibido idénticas. “Y en este momento —agregó—, quizá producto de las características de la tecnología, parece, pareciera, que hay como un consenso superior contra Cuba”. Era obvio que el resto de sus comentarios no convenía como titulares a la misma prensa que quiso sumarlo al fabricado cúmulo de señales que promueven la idea de una “change” en la Isla. Diciendo sus verdades “a tiempo y sonriente”, Silvio confirmó: “yo, que llevo 50 años viviendo en Cuba, y que conozco todo eso que ha pasado, sigo teniendo muchas más razones para creer en la Revolución que para creer en sus detractores”.
Las versiones que algunas agencias ofrecen acerca de la Cuba de hoy, no son más que un reducto favorable a los intereses del imperialismo. Así apareció Orlando Zapata Tamayo como el mártir que necesitaba la contrarrevolución carente de líderes y fetiches. Los adversarios, más activos que en otras ocasiones, encontraron en la muerte de un ser humano, el motivo para empezar, desde la más reacia fracción de la blogosfera y luego con el sostén de medios como El País y The Washington Post, una de las más cruentas maniobras mediáticas para incriminarnos.
El diario del Grupo PRISA se estrenó en la contienda el 25 de febrero con el editorial “Credenciales cubanas”, al que le han seguido varias ráfagas de reportajes y artículos de opinión. La búsqueda de la palabra “Cuba” arrojaba el 30 de marzo unos 120 resultados para la versión de este periódico en Internet. Silenciando incluso la situación de los civiles en Afganistán o la de los huérfanos de Haití a causa del terremoto del pasado enero, El País consagra parte de sus páginas a amplificar a la bloguera Yoani Sánchez —mercenaria pagada para realizar actividad subversiva dentro de la Isla. Para rematar, en “Cuba, cuenta atrás”, del primero de abril, el diario vuelve a tenderle la mano a las “damas de blanco” y los llamados “presos políticos”, intentando quitarles la etiqueta de “agentes del imperialismo”.
El tono de El País no logra camuflar el deseo de hostigamiento a Cuba. Su “tarde o temprano, el Gobierno cubano tendrá que poner en libertad a los presos políticos y, por tanto, mejor que lo haga cuanto antes”, resulta amenazante. Tendríamos que preguntarles quién se atreverá a espetarle en ese tono a Obama por los Cinco cubanos presos injustamente en los EE.UU.
Aprovechando la coyuntura, una vez más, le hacen el juego a los Estados Unidos, en el afán por erosionar las relaciones de Cuba con el mundo y demeritar el ejemplo inspirador de la Revolución para los pueblos latinoamericanos. El Parlamento Europeo ha llegado a emitir una resolución que estimula a las instituciones de sus países para que “alienten sin reservas el inicio de un proceso pacífico de transición política hacia una democracia pluripartidista en Cuba”. Europa ha vuelto a la carga con saña, alzando ahora el banderín de la “situación de los presos políticos”. Así, también, complementa la mentira gigante sobre un pueblo que desde hace 50 años ha defendido la solidaridad como principio y no conoce en suelo propio de torturas ni de ejecuciones fuera de la ley.
Para mantener el fuego atizado, un día después del deceso del preso Tamayo, apareció Coco Fariñas, el nuevo candidato a “santo de la disidencia”, quien ha recibido la visita de funcionarios de la embajada española en La Habana y la propuesta de ese mismo gobierno de ser trasladado a su país. Los tutores europeos y norteamericanos “revolotean” alrededor de cualquier acción que pueda generar desconfianza hacia Cuba. Recordemos que en las mismas calles por las que caminaron las “damas de blanco” en días pasados, podía encontrarse con facilidad a Lowell Dale Lawton, segundo Secretario Político Económico de la SINA, Ingemar Cederberg, Ministro de la Embajada de Suecia, o a Volker Pellet, funcionario del gobierno alemán en La Habana.
Cuando el 23 de marzo El País informó sobre los acuerdos de la última reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Aruba, y comentó sobre el aumento de la violencia hacia los profesionales de la información, señaló que “las conclusiones [del evento] incluyen una referencia directa a la situación de los derechos humanos en Cuba y al `calvario´ del periodista cubano Guillermo Fariñas”. Nada se dice en esta nota acerca de Honduras, donde en la semana anterior, dos periodistas habían sido asesinados por la cobertura de las protestas contra el golpe de Estado de junio de 2009.
Siguiendo la ruta de este plan de marcado matiz terrorista para la desestabilización de la Revolución cubana –aclaremos que los medios no han utilizado nunca el término “terrorista” para referirse a la campaña- aparece también la censura por parte de la empresa Google al blog del articulista y ensayista cubano Enrique Ubieta Gómez, quien ha denunciado el acoso mediático y ha descaracterizado a sus impulsores. La conjura duró poco, pues el blog fue restituido, al parecer, luego de los comentarios que comenzaban a suscitarse alrededor de la legitimidad de la tantas veces ponderada “libertad de expresión”. No convenía, pues, callar otra voz, por incómoda que fuere, cuando la prensa ataca a Cuba, empuñando, precisamente, el estilete de la “palabra libre”.
Una nueva artimaña se ha gestado en los últimos días por los promotores de la carta sin firmas: un llamado a los escritores y artistas cubanos a traicionar a la Revolución, una colección de aforismos sin sustento y más mentiras que se añade a la aviesa e inescrupulosa campaña contra Cuba.
El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano emplazaba, a propósito de esta nueva embestida, a las publicaciones que han hecho foco en Cuba buscando encontrar solo defectos, y denunciaba que los grandes medios de comunicación “no hayan recogido en tantas páginas que dedicaron al terremoto de Haití, que el país que más médicos mandó fue Cuba, 1.000, y que los galenos haitianos recibieron la formación en el país cubano de forma gratuita”.
Galeano ha aportado además, una metáfora de contenido irrebatible: “contra Cuba se aplica una lupa inmensa que magnifica todo lo que allí ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos, llamando la atención sobre lo que pasa en la Revolución, mientras la lupa se distrae y no alcanza ver otras cosas importantes y que los medios de comunicación no hacen por informar”.
Mientras algunos nos acusan de malévolos criminales, como tantas otras veces, los cubanos hemos recibido el respaldo de los amigos del mundo. El documento En Defensa de Cuba, que denuncia la intromisión del Parlamento Europeo en los asuntos de la Isla ha sido respaldado, entre otros, por el presidente boliviano Evo Morales, el filósofo húngaro István Mészáros, el ensayista y periodista franco-español Ignacio Ramonet, el teólogo y escritor brasileño Frei Betto, el actor estadounidense Danny Glover, el cineasta boliviano Jorge Sanjinés, el historiador y profesor italiano Piero Gleijeses, la escritora argentina Stella Caloni y el Premio Nobel de Física ruso Zhores Alfiorov.
Asimismo, se suman nombres como Atilio Borón, Carlo Frabetti, Gianni Miná, Lucius Walker, Oscar Niemeyer, Ray Brown, Setsuko Ono, Belén Gopegui, Boaventura de Sousa, Horacio Cerutti, Ana Esther Ceceña, Thiago de Melo, Alfonso Sastre y François Houtart.
Nuevamente la ética y la razón ponen a prueba a los hombres y mujeres de bien. Eso que el intelectual español y Premio Rómulo Gallegos Isaac Rosa denomina la “hipervisibilidad de Cuba”, o lo que es lo mismo, la sobreexposición mediática que ha sufrido el país en los últimos años con la excusa de los derechos humanos, no ha logrado hablar en términos justos de la realidad de este pueblo.
fuente la jiribilla
CONSIDERACIONES PERSONALES
Se desata de nuevo la campaña mediática contra Cuba. Son los mismos medios y personas “preocupadas” que durante casi doce años han hecho oidos sordos al caso de cinco cubanos que trataron de impedir la continuación del terrorismo contra su patria (y por ello están encarcelados en EE.UU). ¡Ni siquiera visitas familiares para dos de las esposas ha autorizado el gobierno yanqui en todos esos años!
3,480 cubanos, con nombres y apellidos, con familias desgarradas, han muerto en Cuba producto de acciones terroristas efectuadas desde territorio de EE.UU., cuyo gobierno patrocinó y protege a los perpetradores y para colmo
continua financiando la subversión interna, mientras que, cínicamente,
reclama contra Cuba cuando se aplica la ley contra los elementos que se prestan a su juego.
Amigos y amigas:
En las últimas semanas, ocasionalmente les he hecho llegar por correo electrónico algunas informaciones que ponen en su contexto real e histórico el debate que se ha instalado acerca de supuestos abusos y arbitrariedades en mi país, y que espero usted pueda o haya podido revisar. Ello porque comprendo la preocupación de muchos basada en la información más a la mano, divulgada a través del mundo por las grandes cadenas y que al decir de Eduardo Galeano es una “lupa que magnifica todo lo que interesa a los enemigos de Cuba”.
.
Recién leía un correo de un amigo sindicalista que ante la campaña en curso señalaba que “hay pasto seco que "prende" sin más para aceptar como verdad algo que merece la pena releer e informarse responsablemente”.
Con nuestro prócer independentista, José Martí, y con la ética que impregnó nuestro período revolucionario nos educamos y sentimos “como en carne propia cualquier golpe dado sobre mejilla de hombre en cualquier rincón” del planeta.
Nuestra Constitución – aprobada en plebiscito - comienza citando a ese nuestro prócer primero, cuando establece que “La ley primera de nuestra República es el respeto a la dignidad plena del hombre”
También de Martí, quien vivió en EE.UU. la mitad de su vida adulta, los cubanos comenzamos a conocer tanto las bondades de ese pueblo como los peligros que se gestaban en ese poderoso vecino del norte.
Es verdad que por ello, con esa espada de Damocles encima, la Revolución ha debido defenderse y múltiples han sido las agresiones por parte de su vecino poderoso del norte, pero hay una historia que nos da crédito y que nadie debería olvidar cuando se levantan calumnias y abusivas acusaciones.
Los 51 años de Gobierno Revolucionario, legitimado por su conducta intachable en defensa del ser humano y sus causas más nobles, y respaldado por procesos electorales propios donde el pueblo se siente verdaderamente protagonista, prueban también que sería imposible para la Revolución sobrevivir un minuto si franqueara la frontera que la distingue, si traicionara su historia y si olvidara sus principios más puros de humanismo y solidaridad.
Desde los primeros momentos de la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista está marcada por un inobjetable comportamiento ético y de respeto por la vida humana, actitud probada con hechos y reconocida por políticos e intelectuales de todas las orientaciones ideológicas.
Nunca fue torturado un prisionero, nunca dejó de atenderse a un combatiente enemigo herido. Esas fueron armas que posibilitaron también la victoria. Y en estos cincuenta años: ningún desaparecido, ni asesinatos ni acciones extrajudiciales, ni torturado, ni represión en las calles.
Por eso no entiendo ni me parece admisible la actitud de aquellos quienes, con un historial progresista y humanista, se han mostrado listos o apresurados para saltar al cuello de Cuba a la primera señal de una campaña a todas luces armada desde centros reaccionarios en el exterior
Una campaña con otras tres principales vertientes agresoras: el terrorismo que ha ocasionado casi 3,500 muertos en mi pais, y el bloqueo que, en palabras de documentos oficiales de EE.UU. (6 abril 1960) instruía restar apoyo al gobierno cubano “a través del desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales…hay que emplear todos los medios…, provocar el hambre y la desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Y a la par con ello, según reveló el General Kirkpatrick, quien fuera Inspector General de la CIA, la esencia del programa Cuba de la agencia es, precisamente, “fabricar una oposición dentro de Cuba alimentada con asistencia clandestina externa” (doc. Oct 1961).
Hoy día, aun sin base social de apoyo, nuestros enemigos recurren a sectores lumpen y delincuentes comunes que engatusan con los recursos como los $20 millones de dólares que se aprueban cada año, solo a la AID, para subvertir a Cuba.
Hay un marco legal y constitucional con el que enfrentamos también esas acciones. Son las leyes que a través de elecciones y de nuestro Parlamento, el pueblo se ha dado y que son tan validas como cualesquiera, y que merecen respeto a nuestra soberanía.
Repito que dada nuestra historia probada y esa ética, cualquier acción, cualquier pretensión de condenar – por aquellos que han dado ese paso – debió fundamentarse, basarse en la verdad y no en la mentira o la ignorancia. Las bases deben ser como las establecidas por el nuevo Consejo de DD.HH.: un dialogo no discriminatorio y un examen por igual de las experiencias de todos los países.
Martí hablo de la América Nuestra, de nuestra hermandad latinoamericana que tanto defendemos. Seguiremos siendo vecinos, y seguiremos relacionándonos pues en Cuba el pueblo respalda a su revolución y de el emana su gobierno.
Con esa voluntad y la mejor disposición, les saluda afectuosamente,
Fernando García Bielsa
CONSEJERO DE LA EMBAJADA DE CUBA EN CHILE
3,480 cubanos, con nombres y apellidos, con familias desgarradas, han muerto en Cuba producto de acciones terroristas efectuadas desde territorio de EE.UU., cuyo gobierno patrocinó y protege a los perpetradores y para colmo
continua financiando la subversión interna, mientras que, cínicamente,
reclama contra Cuba cuando se aplica la ley contra los elementos que se prestan a su juego.
Amigos y amigas:
En las últimas semanas, ocasionalmente les he hecho llegar por correo electrónico algunas informaciones que ponen en su contexto real e histórico el debate que se ha instalado acerca de supuestos abusos y arbitrariedades en mi país, y que espero usted pueda o haya podido revisar. Ello porque comprendo la preocupación de muchos basada en la información más a la mano, divulgada a través del mundo por las grandes cadenas y que al decir de Eduardo Galeano es una “lupa que magnifica todo lo que interesa a los enemigos de Cuba”.
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Recién leía un correo de un amigo sindicalista que ante la campaña en curso señalaba que “hay pasto seco que "prende" sin más para aceptar como verdad algo que merece la pena releer e informarse responsablemente”.
Con nuestro prócer independentista, José Martí, y con la ética que impregnó nuestro período revolucionario nos educamos y sentimos “como en carne propia cualquier golpe dado sobre mejilla de hombre en cualquier rincón” del planeta.
Nuestra Constitución – aprobada en plebiscito - comienza citando a ese nuestro prócer primero, cuando establece que “La ley primera de nuestra República es el respeto a la dignidad plena del hombre”
También de Martí, quien vivió en EE.UU. la mitad de su vida adulta, los cubanos comenzamos a conocer tanto las bondades de ese pueblo como los peligros que se gestaban en ese poderoso vecino del norte.
Es verdad que por ello, con esa espada de Damocles encima, la Revolución ha debido defenderse y múltiples han sido las agresiones por parte de su vecino poderoso del norte, pero hay una historia que nos da crédito y que nadie debería olvidar cuando se levantan calumnias y abusivas acusaciones.
Los 51 años de Gobierno Revolucionario, legitimado por su conducta intachable en defensa del ser humano y sus causas más nobles, y respaldado por procesos electorales propios donde el pueblo se siente verdaderamente protagonista, prueban también que sería imposible para la Revolución sobrevivir un minuto si franqueara la frontera que la distingue, si traicionara su historia y si olvidara sus principios más puros de humanismo y solidaridad.
Desde los primeros momentos de la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista está marcada por un inobjetable comportamiento ético y de respeto por la vida humana, actitud probada con hechos y reconocida por políticos e intelectuales de todas las orientaciones ideológicas.
Nunca fue torturado un prisionero, nunca dejó de atenderse a un combatiente enemigo herido. Esas fueron armas que posibilitaron también la victoria. Y en estos cincuenta años: ningún desaparecido, ni asesinatos ni acciones extrajudiciales, ni torturado, ni represión en las calles.
Por eso no entiendo ni me parece admisible la actitud de aquellos quienes, con un historial progresista y humanista, se han mostrado listos o apresurados para saltar al cuello de Cuba a la primera señal de una campaña a todas luces armada desde centros reaccionarios en el exterior
Una campaña con otras tres principales vertientes agresoras: el terrorismo que ha ocasionado casi 3,500 muertos en mi pais, y el bloqueo que, en palabras de documentos oficiales de EE.UU. (6 abril 1960) instruía restar apoyo al gobierno cubano “a través del desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales…hay que emplear todos los medios…, provocar el hambre y la desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Y a la par con ello, según reveló el General Kirkpatrick, quien fuera Inspector General de la CIA, la esencia del programa Cuba de la agencia es, precisamente, “fabricar una oposición dentro de Cuba alimentada con asistencia clandestina externa” (doc. Oct 1961).
Hoy día, aun sin base social de apoyo, nuestros enemigos recurren a sectores lumpen y delincuentes comunes que engatusan con los recursos como los $20 millones de dólares que se aprueban cada año, solo a la AID, para subvertir a Cuba.
Hay un marco legal y constitucional con el que enfrentamos también esas acciones. Son las leyes que a través de elecciones y de nuestro Parlamento, el pueblo se ha dado y que son tan validas como cualesquiera, y que merecen respeto a nuestra soberanía.
Repito que dada nuestra historia probada y esa ética, cualquier acción, cualquier pretensión de condenar – por aquellos que han dado ese paso – debió fundamentarse, basarse en la verdad y no en la mentira o la ignorancia. Las bases deben ser como las establecidas por el nuevo Consejo de DD.HH.: un dialogo no discriminatorio y un examen por igual de las experiencias de todos los países.
Martí hablo de la América Nuestra, de nuestra hermandad latinoamericana que tanto defendemos. Seguiremos siendo vecinos, y seguiremos relacionándonos pues en Cuba el pueblo respalda a su revolución y de el emana su gobierno.
Con esa voluntad y la mejor disposición, les saluda afectuosamente,
Fernando García Bielsa
CONSEJERO DE LA EMBAJADA DE CUBA EN CHILE
EDUARDO SANCHEZ B
CHILE
CHILE
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