Laboratorio fotográfico de la protesta en #Cuba

 

Enlace video: https://youtu.be/–juu0PjcfY


José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- El bloqueo económico y cierre migratorio de EEUU, junto a la pandemia y la ausencia de turismo, han llevado al pueblo de Cuba a la penuria y el desabastecimiento.


Y una gigantesca operación de redes sociales, organizada desde EEUU, ha conseguido llevar, a un sector de la población cubana, a la protesta contra su gobierno, en algunos casos de manera muy violenta (1). Es la misma guerra híbrida, aplicada antes en lugares como Venezuela o Bolivia.


El efecto cuantitativo del bombardeo mediante potentes sistemas de big data, robots y cibertropas (2), ha ido acompañado de numerosos mensajes fake, en los que las fotografías son el elemento clave del engaño y la manipulación.


La imagen de un niño, muerto –supuestamente- por la policía cubana, que corresponde a una víctima de pandillas de Venezuela (3).

Grandes manifestaciones contra el gobierno cubano, que realmente son de Egipto (4), Argentina (5) o España (6).

El ejército cubano recién desplegado cuyo desfile fue hace cuatro años (7).

Imágenes de personas cubanas sin techo que, realmente, viven en EEUU (8).

O, directamente, mentiras como la supuesta huida de Raúl Castro (9) o la muerte de doce personas en un hospital (10).

Pero, al margen de este mundo informal de las redes, ¿qué vemos en los medios de comunicación “serios, objetivos e independientes”? Una sistemática suplantación de identidad en sus fotografías, con un denominador común: población favorable a la Revolución –mayoría social en el país- aparece como contraria a ella (11).


The New York Times asignaba a la protesta una imagen en la que se ve a Gerardo Hernández Nordelo, coordinador de los Comités de Defensa de la Revolución (12).


En CNN, el titular “Libertad, la canción de Emilio Estefan dedicada a Cuba” era ilustrado por una foto de trabajadores y trabajadoras de La Habana, apoyando al gobierno (13). Este mismo medio, en otra noticia, decía que en “San Antonio de los Baños, cientos de personas desafiaron una fuerte presencia policial”. Pero quienes aparecen portan imágenes del líder sindical revolucionario Lázaro Peña (14).


Esta misma era publicada, en su sitio web, por Televisión Española, bajo el pie de foto “Miles de personas toman las calles en Cuba en unas protestas históricas contra el régimen” (15). El canal público, en otra noticia, bajo otra foto de pueblo revolucionario, hablaba de “una inédita ola de protestas contra el régimen” (16).


De la misma forma que BBC que, para ilustrar “protestas masivas” en Cuba, publicaba la foto de militantes de los Comités de Defensa de la Revolución (17).


El expresivo titular de portada del diario mexicano Por Esto! era un mensaje contra el gobierno cubano: “Indignante” (18). Indignante es su manipulación periodística, porque la foto que aparece es de afines a la Revolución, en la estatua de Máximo Gómez de La Habana, con bandera del 26 de Julio incluida.


Y no fue el único medio que publicó esta foto acompañando el mismo mensaje. También lo hicieron los diarios españoles El Mundo (19) y El País (20).


Mientras, estos mismos medios nos presentan como pacíficos angelitos (21) a verdaderos terroristas urbanos (22), y como “represión” (23) a operativos policiales que le llegan a la altura de la chancleta (24) a los de Colombia (25), Chile (26), Francia (27) o España (28).


Mientras censuran las movilizaciones de miles de personas –estas sí, miles- en defensa de la Revolución y contra el bloqueo de EEUU, que recorren toda la Isla (29) (30).


Por eso, no les crean ya… ni media palabra.


Fuente texto :https://www.cubainformacion.tv/especiales/20210716/92293/92293-laboratorio-fotografico-de-la-protesta-en-cuba

#Cuba: frente al ataque, el alma de la nación

 

#Cuba: frente al ataque

Norelys Morales Aguilera.─ La intensa y descomunal campaña comunicacional contra el pueblo de Cuba probadamente orquestada y alimentada desde Estados Unidos continúa, a pesar de la derrota popular de los disturbios, que no estallido social como aspiran y esperan los odiadores. 

Después del montaje y desarrollo de una operación comunicacional de alto estándar, salida de Estados Unidos, digna de estudio por teóricos y académicos no hay dudas de que los gestores y operadores se emplearon a fondo. Mensajes robotizados y medios concertados hicieron correr las matrices de opinión por el mundo a una velocidad inusitada. 

Supuestamente, han dicho y siguen diciendo, el “pueblo perdió el miedo”, “se ha levantado contra la mala gestión del gobierno a la pandemia”, “pide libertad” y “cese de la represión”. 

Una mirada sobre la situación en Cuba la tiende el músico británico George Roger Waters:

‘Si le interesa mi casa y no me la puede comprar, es porque no se la quiero vender, ni tampoco se la quiero alquilar o arrendar… Entonces usted me encierra en mi casa, y no me deja salir para ir al supermercado, ni a la farmacia, ni al banco, y tampoco deja que me vendan los repuestos del carro o la moto, y aunado a esto me cancelan las cuentas y tarjetas de crédito y ahorro… Al cabo de un tiempo mis familiares se van a desesperar, algunos escaparán por la ventana… y usted desde afuera empezará a vociferar que soy un inepto para conducir las riendas de mi casa y que soy un dictador, que hago sufrir a mi familia… y entonces van a comenzar a decir que el gobierno de mi casa está en CRISIS y que los vecinos tendrán permiso para INTERVENIR y ECHARME con el propósito de atender la CRISIS HUMANITARIA de mi familia. Eso si… nunca usted dirá que lo que le interesa es quedarse con mi casa. Y que por eso fue que usted me puso a mí en esta situación tan CRÍTICA ante mi familia’.

En la misma medida que se esclarecen los hechos y los personeros de Estados Unidos hablaron, los vándalos (probados en su actitud) pasan a ser víctimas en medios y redes sociales. 

Era de esperar que la derecha miamense se pronunciara con su odio visceral, que al pedir un corredor o intervención humanitaria mostraba la oreja peluda. Pero el aliento vocinglero llegó hasta la Casa Blanca. Se querría que Joe Biden cumpliera sus promesas electorales respecto a Cuba, y no fuera lo peor de Trump con sus 243 medidas añadidas al bloqueo, ni de Obama con su “poder inteligente”, pero no hay señales a su favor. 

“Nos unimos al pueblo cubano y a su clamoroso llamado por la libertad y alivio de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico a las que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba”, dijo Biden en un comunicado. “Estados Unidos pide al régimen cubano que escuche a su pueblo y sirva sus necesidades en este momento vital en lugar de enriquecerse”, agregó.

No es momento de conceder a Biden aliento humanitario: solo con una firma podría traer alivio a Cuba.

Vale recordar que toda intervención de Estados Unidos en guerra contra otros países estuvo antecedida siempre de la “preparación” del desinformado pueblo estadounidense, el único que en algo interesa al establishment de Washington. Y, de eso se trata: Estados Unidos siempre estaría preparado para la intervención humanitaria que no es más que destrucción inhumana.

El pueblo cubano sabe bien lo que se juega en la puja. La gente de Cuba está ocupada y preocupada con la pandemia y poder dar aire a la economía. La población está tranquila y en alerta. No se necesitó la orden de salir a las calles para que los vándalos fueran repelidos por la población y la autoridades. El llamado a las calles es el refuerzo a la convicción. 

Los instigadores, los financistas y la derecha mediática y factual deben saber que para derribar la obra de generaciones y la Patria que los padres nos ganaron de pie, tienen que pasar por encima de la voluntad o de los cadáveres llegado el caso, de millones de gente patriota.

Contamos con la solidaridad internacional. Cuba no está ni estará sola. El mundo lo ha demostrado bien y eso molesta al Imperio y sus acólitos, como molesta la solidaridad cubana con otros países y con nosotros mismos. Como molesta el impecable desempeño del gobierno frente a la pandemia y la obtención de nuestras soberanas vacunas y medicamentos. 

En estos momentos de la Patria podemos decir con los evangelios que llevamos tesoros en vasos de barro, que son el alma de la nación, y que estamos en apuros pero no seremos derrotados.

https://islamiacu.blogspot.com/2021/07/cuba-frente-al-ataque-el-alma-de-la.html?m=

#Cuba, la solidaridad es urgente

  


Marcelo Caruso Azcárate 

Como anunciábamos en columna anterior, las consecuencias del bloqueo económico y financiero definido por el Congreso de Estados Unidos contra Cuba, caen directamente sobre todo su pueblo. 

El país que en relación con su población tiene uno de los más altos números de profesionales, fue obligado a vivir del turismo, el cual se ha reducido a mínimos en tiempos de pandemia; y como consecuencia, hoy vive una emergencia alimentaria y sanitaria que requiere de la urgente solidaridad internacional y del pueblo colombiano. 

La crisis financiera y productiva del sistema -agudizada también por la pandemia- ha sido generalizada y sus consecuencias se vuelcan sobre los más vulnerables, como lo hemos sufrido en Colombia, lo cual es condenable; como lo es también que a una pequeña nación inundada de utopías y con la disposición de acabar con esas desigualdades, se le mantenga un inhumano bloqueo que, desde 1992, ha sido rechazado 28 veces por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

 Es indignante que el gobierno de la “gente decente de camionetas blancas” -enemigo radical de los bloqueos populares- vuelva a convertir a Colombia en el “Caín de América”, lo cual se expresó en la reciente votación de una nueva Declaración de esta Asamblea, donde 184 países rechazaron el bloqueo imperial, 2 se opusieron (el bloqueador e Israel) y 3 se abstuvieron (Colombia, Brasil y Ucrania). 

Se repite otra vez una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos que, según la Convención de Ginebra de 1948, “constituye un acto de genocidio” sobre el pueblo cubano. 

La agresión se inició con un memorando del Departamento de Estado estadounidense del 6 de abril de 1960, que llamaba a poner en práctica “todos los medios posibles para debilitar la vida económica, negándole a Cuba dinero y suministros” para provocar hambre y desesperación con el objetivo de derrotar al gobierno.

 Y luego de 61 años de resistencia contra vientos y mareas, les toca enfrentar una “tormenta perfecta” que afecta gravemente la vida de su pueblo. Grandes dificultades para mantener un sector productivo estatal que requiere de materias primas y nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, apoyar las renacientes iniciativas asociativas y familiares con pequeños y medianos emprendimientos; falta de divisas para surtir el mercado y distribuir en equidad los accesos al consumo de la población, pues, si bien se han duplicado y triplicado los salarios, la demanda supera a la oferta y encarece los productos. 



Problemas que se extienden al área de la salud, históricamente su mayor fortaleza, en la que, luego del enorme esfuerzo de producir y aplicar a la fecha más de 7.000.000 millones de vacunas, tienen que atender a los pacientes de un nuevo pico de la pandemia sin mascarillas, batas médicas, jeringas, guantes y medicamentos de importación. 

Es más que obvio que exista descontento y demandas por parte de la población, en particular en los sectores menos integrados a la sociedad. Superar la dependencia de un modelo de sobrevivencia basado en el turismo requiere acabar con el bloqueo, junto con un cambio drástico en el modo de producción, que no es inmediato, y que sólo puede hacerse manteniendo la cohesión de su pueblo y reanimando los espacios democráticos que reconstruyan el poder popular que los caracterizó en sus inicios. La consigna no será la de “libertad, libertad” impulsada por los servidores de los bloqueadores -los cuales no han sido asesinados ni agredidos por la fuerza pública- sino, como veremos en los próximos días, la de “revolucionar la revolución”, escuchar mucho más las críticas constructivas y ganar las calles, como lo ha declarado su presidente.

 La solidaridad es una gran cualidad de nuestro pueblo. Manos a la obra.

fuente: http://www.manifestopetista.org.br/2021/07/12/cuba-la-solidaridad-es-urgente/


#Cuba: El error que no cometí

 El error que no cometí fue el del olvido de quién soy, cuáles son mis sueños, de cuál pasado provengo, adónde pertenezco, qué nombre tiene mi enemigo y qué significado concedo a todo lo anterior


La Revolución se defiende en las calles de La Habana. 
Foto: Ricardo López Hevia

Hace ya mucho tiempo entendí que los procesos de transformación social no solo son tan difíciles como subir la cuesta empinada de una montaña gigantesca, sino que los esfuerzos van a ser mucho más grandes en tanto mayor sea la autenticidad de los ideales y, sobre todo, la conexión entre las aspiraciones colectivas y el discurso de aquellos a quienes toca, en el lugar que sea, la dura responsabilidad de dirigir. Al mismo tiempo que lo anterior, también hace ya mucho entendí que la pureza de los sueños es mayor en tanto más íntima es la unión entre aquello a lo cual se aspira y las demandas de justicia social que, a lo largo de generaciones, afligen a los más desposeídos.
 Junto a lo anterior, sumé la certeza de que la transformación que soñaba –un modelo de sociedad en el cual, a diario, se intenta extender a todos los espacios de justicia social– no solo tenía que traducirse en una exigencia permanente a mí mismo (en términos de conocimiento, entrega, participación, amor y confianza), sino que estaba obligado a realizarla en el interior de una hostilidad salvaje por parte de las fuerzas organizadas de aquel enemigo que más claro veo: la dominación imperial, que es lo mismo que la voluntad política subyacente en la masa de flujos del gran capital.
Elegir fue, al menos en mi caso, convocar a un diálogo enorme (en ocasiones hiriente) ilusiones que luego no pude alcanzar, el tamaño y las opciones económicas que pude identificar para mi país, la búsqueda de la más radical soberanía nacional, el antimperialismo en el que siempre he creído (pues mi rechazo a cualquier hegemonismo o subordinación es absoluto), la voluntad de descolonizar tanto estructuras como mentalidades, la repulsa ante cualquier forma de autoritarismo o accionar burocrático/formal.
El error que no cometí fue olvidar que los mundos nuevos se construyen en lucha y que, en comparación con la alegría de los sueños, mi resabio (sea cual pueda ser) es poco. O reducir, hasta desaparecer por entero, al grupo de los que menos tuvieron desde siempre y que ahora –después del acontecimiento de la Revolución cubana– encuentran para sí la vida difícil y digna de un país pequeño que al mismo tiempo enfrenta la carga histórica del subdesarrollo y también la violencia del enemigo imperial.
La unidad de la que hablo pasa por este diálogo personal, familiar, vecinal, barrial, laboral, institucional, público, entre la memoria y la esperanza, entre la limitación o el error y sus necesarias correcciones, entre lo que pueda fallar y la voluntad de dar y participar. Un proceso de cambio social como el nuestro es un desmesurado experimento de creación de cultura nueva (del trabajo, de la solidaridad, de la participación) que está obligada a discutirse a sí misma todos los días. Es desplegar vías inéditas para la comunicación permanente entre los liderazgos y los sectores todos de la población, ya sea esto a través del uso desalienado de los medios masivos de comunicación, mediante el accionar de las organizaciones políticas o mediante ese instrumento de alcance masivo y potencialidades infinitas que son la CTC, la FMC y los CDR. Es renovar, crear, multiplicar, amplificar y fortalecer (una y otra vez) las herramientas de control popular.
Repito que nada de lo anterior es cómodo o sencillo, sino que –tal como ocurre cuando hay que vencer rutinas, jerarquías y obediencias de siglos– equivale a movernos entre asperezas (a veces a salir lastimado), pero siempre siguiendo a esa brújula que dice dónde se encuentra la combinación entre soberanía, justicia social y esperanza.
El error que no cometí fue el del olvido de quién soy, cuáles son mis sueños, de cuál pasado provengo, adónde pertenezco, qué nombre tiene mi enemigo y qué significado concedo a todo lo anterior.
Vivir así es un desafío y es así que todos los días renazco.

http://www.granma.cu/cuba/2021-07-12/el-error-que-no-cometi-12-07-2021-00-07-57

Declaracion de la Asociación de Cubanos Residentes en Colombia

     


    ¡Cubanos todos!

    ¿Quién duda que la gran mayoría del pueblo cubano esté con su Revolución?. Solo algunos ingenuos se complacen en engañarse o se dejan engañar.

Somos un pueblo digno, de extraordinarias virtudes, convertido en “pueblo espartano”, que con gallardía, alta sensibilidad humana y moral, lleva muy dentro el sentimiento de su amada Patria.

Es cierto, nuestro país atraviesa el peor momento de la Pandemia, con nuevos récords de casos y hospitales desbordados. También resulta significativo el desabastecimiento de medicinas y productos básicos.j


https://www.pacocol.org/index.php/noticias/solidaridad/15504-declaracion-de-la-asociacion-de-cubanos-residentes-en-colombia

#Cuba, no se rinde..el pueblo defiende la revolucion

Playa Sirena y Paraíso, Cayo Largo del Sur, Cuba

CUBA DESDE EL SATELITE

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