Palabras de Mariela Castro al abrir el panel “Diversidad sexual sin discriminación”. Sábado 7 de mayo 2011, 10, en el Cine La Rampa, de Vedado, La Habana.
Los seres humanos nacemos hembras y machos, pero devenimos hombres y mujeres a lo largo de la vida. Mediante la educación nos apropiamos de los patrones culturales impuestos históricamente, como guiones diferenciados y estereotipados, que deben ser seguidos al pie de la letra, para interpretar los papeles de ser hombre y ser mujer en la aventura de la vida.
El propósito de esta descripción detallada de arquetipos es establecer desbalances de oportunidades que han privilegiado a los hombres en detrimento de las mujeres, durante siglos, exigidas como esclavas y sumisas servidoras en el modelo patriarcal y explotador dominante que ha persistido hasta nuestros días.
Las personas cuyas apariencias e identidades no concuerdan con las expectativas sociales o concepciones convencionales de estos papeles binarios, son rechazadas y pasan a una escala inferior de valoración social que les quita oportunidades y derechos.
La homofobia es un término relativamente reciente que indica y sintetiza la aversión, odio, miedo, prejuicio y discriminación contra las personas gay, lesbianas, bisexuales, transgéneros e intersexuales. Sin embargo, sus raíces son antiguas y no difieren de otras formas de discriminación que han teñido de sufrimiento la existencia humana en toda la geografía que nos contiene.
Estas formas de relación se gestaron en el seno de sociedades cuyas economías están basadas en la explotación de los seres humanos, y sus organizaciones sociales, asentadas en el control del poder por parte de una pequeña minoría.
Cuando la distribución de los recursos es arbitraria y estos no alcanzan para todos/as, las minorías más inescrupulosas se apropian de ellos y los distribuyen en función de sus beneficios y privilegios. Así surge la práctica de crear las desigualdades, junto con las creencias, los prejuicios y los argumentos para justificarlas e imponerlas, para inferiorizar a los ¨otros¨, a los ¨diferentes¨, a quienes no cumplan los requisitos de superioridad o ¨normalidad¨, como ocurre en la actualidad con las poblaciones del sur y las no urbanas, mujeres, no blancos/as, pobres, homosexuales, transgéneros, entre otras.
La experiencia de más de dos décadas de trabajo con personas lesbianas, gay, bisexuales y transgéneros, desde el escenario científico-humanista del Cenesex, nos permite asegurar que si la sociedad no establece políticas comprometidas con la atención a estas realidades, estas personas serán víctimas permanentes de diferentes formas de violencia a lo largo de sus vidas. Sus expresiones más comunes van desde las agresiones verbales y la exclusión del ámbito familiar, hasta la agresión física, el asesinato, su penalización en 76 países y la aplicación de la pena de muerte en 5 de ellos. Esta es una de las razones que compromete a Cuba con el movimiento internacional por la despenalización de la población LGBT y la despatologización de la transexualidad.
Pedimos que no perdamos tiempo en averiguar por qué los seres humanos somos diversos e inimaginables. El solo hecho de existir demanda la necesidad de crear formas de convivencia respetuosas. La indagación histórica, el diálogo, la reflexión y la participación ciudadana ayudan a encontrar el origen de las creencias impuestas para establecer desigualdades, desde los más antiguos mecanismos de dominación creados por la humanidad.
En el contexto del proceso emancipador de la Revolución Cubana, invitamos a toda la sociedad a participar en el desarrollo de la estrategia educativa y campaña de bien público por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género como ejercicio de justicia social y equidad.
Desarticulemos todas las formas de discriminación.
Desterremos la homofobia
Defendamos el socialismo como paradigma emancipador del ser humano.
Luchemos por el respeto permanente a la soberanía de Cuba y nuestro derecho a decidir la sociedad que deseamos.
En el contexto internacional que estamos viviendo actualmente, pido que dediquemos la Jornada Cubana por el Día Internacional contra la Homofobia a la liberación de los Cinco Héroes Cubanos, prisioneros injustamente en cárceles del imperio. Fieles hijos de Cuba y víctimas también de arbitrariedades, por las que no pueden ser testigos presenciales -como ustedes, como nosotros- de este proceso renovador en que todas y todos estamos participando.
Muchas gracias
Mariela Castro Espín
Presidenta del Comité Organizador de la Jornada Cubana contra la Homofobia, 2011.
Los seres humanos nacemos hembras y machos, pero devenimos hombres y mujeres a lo largo de la vida. Mediante la educación nos apropiamos de los patrones culturales impuestos históricamente, como guiones diferenciados y estereotipados, que deben ser seguidos al pie de la letra, para interpretar los papeles de ser hombre y ser mujer en la aventura de la vida.
El propósito de esta descripción detallada de arquetipos es establecer desbalances de oportunidades que han privilegiado a los hombres en detrimento de las mujeres, durante siglos, exigidas como esclavas y sumisas servidoras en el modelo patriarcal y explotador dominante que ha persistido hasta nuestros días.
Las personas cuyas apariencias e identidades no concuerdan con las expectativas sociales o concepciones convencionales de estos papeles binarios, son rechazadas y pasan a una escala inferior de valoración social que les quita oportunidades y derechos.
La homofobia es un término relativamente reciente que indica y sintetiza la aversión, odio, miedo, prejuicio y discriminación contra las personas gay, lesbianas, bisexuales, transgéneros e intersexuales. Sin embargo, sus raíces son antiguas y no difieren de otras formas de discriminación que han teñido de sufrimiento la existencia humana en toda la geografía que nos contiene.
Estas formas de relación se gestaron en el seno de sociedades cuyas economías están basadas en la explotación de los seres humanos, y sus organizaciones sociales, asentadas en el control del poder por parte de una pequeña minoría.
Cuando la distribución de los recursos es arbitraria y estos no alcanzan para todos/as, las minorías más inescrupulosas se apropian de ellos y los distribuyen en función de sus beneficios y privilegios. Así surge la práctica de crear las desigualdades, junto con las creencias, los prejuicios y los argumentos para justificarlas e imponerlas, para inferiorizar a los ¨otros¨, a los ¨diferentes¨, a quienes no cumplan los requisitos de superioridad o ¨normalidad¨, como ocurre en la actualidad con las poblaciones del sur y las no urbanas, mujeres, no blancos/as, pobres, homosexuales, transgéneros, entre otras.
La experiencia de más de dos décadas de trabajo con personas lesbianas, gay, bisexuales y transgéneros, desde el escenario científico-humanista del Cenesex, nos permite asegurar que si la sociedad no establece políticas comprometidas con la atención a estas realidades, estas personas serán víctimas permanentes de diferentes formas de violencia a lo largo de sus vidas. Sus expresiones más comunes van desde las agresiones verbales y la exclusión del ámbito familiar, hasta la agresión física, el asesinato, su penalización en 76 países y la aplicación de la pena de muerte en 5 de ellos. Esta es una de las razones que compromete a Cuba con el movimiento internacional por la despenalización de la población LGBT y la despatologización de la transexualidad.
Pedimos que no perdamos tiempo en averiguar por qué los seres humanos somos diversos e inimaginables. El solo hecho de existir demanda la necesidad de crear formas de convivencia respetuosas. La indagación histórica, el diálogo, la reflexión y la participación ciudadana ayudan a encontrar el origen de las creencias impuestas para establecer desigualdades, desde los más antiguos mecanismos de dominación creados por la humanidad.
En el contexto del proceso emancipador de la Revolución Cubana, invitamos a toda la sociedad a participar en el desarrollo de la estrategia educativa y campaña de bien público por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género como ejercicio de justicia social y equidad.
Desarticulemos todas las formas de discriminación.
Desterremos la homofobia
Defendamos el socialismo como paradigma emancipador del ser humano.
Luchemos por el respeto permanente a la soberanía de Cuba y nuestro derecho a decidir la sociedad que deseamos.
En el contexto internacional que estamos viviendo actualmente, pido que dediquemos la Jornada Cubana por el Día Internacional contra la Homofobia a la liberación de los Cinco Héroes Cubanos, prisioneros injustamente en cárceles del imperio. Fieles hijos de Cuba y víctimas también de arbitrariedades, por las que no pueden ser testigos presenciales -como ustedes, como nosotros- de este proceso renovador en que todas y todos estamos participando.
Muchas gracias
Mariela Castro Espín
Presidenta del Comité Organizador de la Jornada Cubana contra la Homofobia, 2011.
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