Por:Patricio Dueñas Barra
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www.facebook.com/home.php#!/note.php?note_id=10150147689518825&id=1430021942El 1 de enero de 1959, las luchas revolucionarias en Cuba contra el régimen dictatorial culminaron victoriosamente.
Accedió al poder el movimiento popular revolucionario liderado por Fidel Castro. Las medidas adoptadas por el Gobierno Revolucionario destinadas a recuperar las riquezas del país y a ponerlas al servicio del pueblo propinaron un golpe mortal a los intereses de los grandes monopolios norteamericanos que durante más de medio siglo saquearon los recursos de la Isla y dominaron a la nación cubana.Eisenhower aprobó el 11 de diciembre de 1959 un plan de la Agencia Central de Inteligencia cuyo objetivo sería “el derrocamiento de Castro en el término de un año y su sustitución por una junta amiga de los Estados Unidos”.
En un documento desclasificado en el año 1991, se conoció que el 6 de abril de 1960, (un año antes de la invasión organizada por los EE.UU. contra Cuba), el entonces Subsecretario de Estado Adjunto para los Asuntos Interamericanos, Lester Dewitt Mallory, escribió lo siguiente en un memorando discutido en una reunión encabezada por el Presidente Eisenhower de Estados Unidos: “No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución, es a través del desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Como la primera respuesta de un primer bloqueo parcial en los dos primeros años se hizo infructuosa ante su apetito anexionista, el gobierno de EE.UU., mediante la Ley de Ayuda Extranjera (Sec. 620) de septiembre de 1961, declaró el bloqueo total contra Cuba a partir de las 12.01 AM del 7 de febrero de 1962.
Las represalias de EE.UU. se han mostrado contundentes y abusivas desde esa misma fecha. Las sanciones encaminadas a doblegar a la Revolución se sucedieron vertiginosamente convirtiéndose en un bloqueo total, una guerra económica que la poderosa nación del Norte ha venido imponiendo durante cincuenta años sobre el que otrora fuera uno de sus enclaves preferidos en el Hemisferio Occidental. Con Bush en la Casa Blanca recrudeció el bloqueo con nuevas sanciones económicas, que incluyen entre otros aspectos la persecución de la actividad de las empresas, las transacciones financieras internacionales de Cuba, y estos últimos años el robo descarado de marcas comerciales (por décimo año consecutivo, bajo el amparo de la Sec. 211 de la Ley Ómnibus de Asignaciones Consolidadas Suplementarias y de Emergencia, el gobierno de Estados Unidos continúa las acciones para robar las marcas cubanas internacionalmente reconocidas Havana Club y Cohiba) y robar además la casi totalidad de los fondos cubanos congelados en EE.UU.
Otras muestras: la American Express Travel Related Services debió afrontar una multa por 16.625 dólares porque una subsidiaria en México vendió paquetes turísticos a Cuba. Las manos largas del bloqueo contra Cuba investigan en Internet, en cuyo ciberespacio el Departamento del Tesoro encontró culpable a una conocida agencia de viajes norteamericana, a la que castigó por violar la “Ley Helms-Burton”. El gobierno de EE.UU. multó con casi 183.000 dólares a Travelocity, agencia de viajes por Internet, cuyo único delito fue reservar vuelos hacia Cuba.
Alexander Acosta, Fiscal Federal de Florida (EE.UU.), reconoció en el año 2006 que un grupo integrado por diferentes agencias del gobierno de norteamericano vigila el cumplimiento del bloqueo impuesto por este país a Cuba y "perseguirá con firmeza" a las empresas que comercien de algún modo con dicho país. El equipo de la Fiscalía de Miami, denominado “Grupo de Trabajo para el Cumplimiento de las Sanciones a Cuba”, está integrado además por el FBI, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), el Departamento de Comercio, la Guardia Costera, la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). El objetivo fundamental de este Grupo es perseguir, de manera rigurosa y agresiva, las violaciones de las regulaciones del bloqueo y encausar a los infractores. Este Fiscal advirtió que quienes violen las normas del bloqueo a Cuba, podrían recibir penas de hasta diez años de cárcel con multas de 250 mil dólares, y hasta un millón de esta moneda en el caso de las corporaciones.
El 14 de agosto del 2006 el Consejo Nacional de Iglesias de EE.UU. informó que el Departamento del Tesoro le impuso una multa a la Alianza de Iglesias Bautistas ascendente a 34 mil dólares, alegando que algunos de sus miembros y feligreses de otras iglesias “hicieron turismo” durante una visita a Cuba con fines religiosos.
En otro ámbito, el banco suizo UBS tuvo que pagar 100 millones de dólares de multa a EE.UU. por ayudar a Cuba, y otros países vetados por EEUU, a cambiar viejos billetes de dólar por otros nuevos. Los bancos HSBC, Barclays, Credit Suisse, Royal Bank of Canadá y Bank of Nova Scotia, fueron obligados a cerrar cuentas de empresas cubanas, y redujeron las operaciones vinculadas con la Isla desde el año 2006, para cumplir con las regulaciones extraterritoriales. Por esta razón, cuesta entonces mover divisas desde y hacia Cuba, porque los bancos internacionales que lo hacen son sancionados por las represalias estadounidenses.
También en los comerciantes latinoamericanos el Departamento de Estado ha logrado un temor generalizado, ya que por trabajar con la Isla pueden ser vetados para trabajar en EE.UU., y aparte de esto, en dicho país multan, y le cierran los puertos por seis meses a los barcos que estiban en la Isla. El imperialismo busca por estas vías paralizar la actividad económica de Cuba.
Los daños económicos directos causados por el carácter extraterritorial del bloqueo y la aplicación durante 50 años, han alcanzado niveles sin precedentes a partir del denominado Plan Bush, y su impacto se percibe en todos los ámbitos de la economía y sociedad cubana, en particular en aquellas más sensibles como los alimentos de consumo diario, el transporte, el vestuario, la educación, la cultura, la salud pública y en la calidad de vida en general del pueblo cubano. Ningún sector productivo escapa a los cuantiosos daños que ocasiona esta guerra silenciosa a la economía nacional. Un barco cargado con arroz sale mucho más caro traerlo desde el lejano oriente por el transporte, pero no hay alternativa a causa de que a los productores de EEUU no se les permite venderle a Cuba, y las empresas navieras temen las sanciones mencionadas más arriba.
Al no tener acceso a las fuentes de financiamiento internacionales (Banco Mundial, FMI, BID y otros), los créditos obtenidos son con altos intereses o los productos deben comprarse en efectivo, lo que lleva implícito limitar las posibilidades de satisfacer las necesidades, aunque exista la voluntad política y del estado de hacerlo. El cerco impuesto por Washington a Cuba implica disposiciones y regulaciones de carácter unilateral que obstaculizan desde el funcionamiento de una empresa hasta la atención médica a niños enfermos o discapacitados.
En estos 50 años las administraciones de EEUU han negado a Cuba el acceso a necesarios equipos de alta tecnología médica; se niega a empresas cubanas la adquisición de medicamentos y otras especies, no sólo de compañías norteamericanas sino también de sus filiales, incluyendo terceros países; el Departamento de Estado instituyó una extraña lista de "hospitales denegados",“por qué razón los niños que sufren de arritmia cardiaca son vistos por ellos como enemigos del gobierno norteamericano”. Seguramente el ex presidente Bush lo explicaría diciendo que esos niños cubanos son "víctimas colaterales" de su guerra contra Cuba. impidiendo hasta la compra de válvulas protésicas usadas en los casos de niños con arritmias, y de marcapasos cuya implantación en los menores puede evitar cirugías complejas. En el año 2008 los funcionarios de ese poderoso país obstaculizaron la posibilidad de que Cuba acceda a una tecnología molecular en la especialidad de trasplante renal, y bloquearon la donación de un laboratorio hecha por una ONG extranjera, necesario para la atención a los pacientes del programa, esto sólo porque incluía equipos fabricados en Estados Unidos. La medida pone en riesgo la vida de personas. El imperialismo niega a los niños cubanos recibir el fármaco inhalatorio “Sevorane”, de la compañía norteamericana Abbott, que es el mejor para la anestesia general pediátrica, debiendo usarse sustitutos de menor calidad. Los menores aquejados de arritmias no pueden ya recibir marcapasos que vendía la empresa norteamericana Saint-Jude, obligada a terminar contactos con Cuba debido a la fuerte presión legal de la Oficina de Control de Activos Extranjeros. En la ONU, el ex Canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque solicitó a la delegación norteamericana que explicara a la Asamblea General
En el ámbito de la educación se impide la adquisición de medios de enseñanza e instrumentos de laboratorios sólo porque se usaron componentes estadounidenses en su fabricación. Por otro lado, centenares de tripulantes de turismo perdieron sus empleos cuando empresas norteamericanas adquirieron las unidades de cruceros turísticos donde estos trabajadores habían sido contratados, pues se adoptó como primera medida el despido del personal cubano.
Por el lado de Cuba pasa un enorme cable submarino de fibra óptica que lleva la comunicación de Internet por el mundo. El bloqueo norteamericano no le permite a este país hacer uso de dicho conductor, lo cual lo obliga a usar solo señal de satélite, que a la isla le encarece considerablemente el acceso a la red.
Desde 1962 a Cuba no se le permite el acceso a equipos de telecomunicaciones de las compañías o subsidiarias estadounidenses. Además en el año 2000 Estados Unidos interrumpió toda comunicación telefónica directa con la isla, que representa alrededor del 70 por ciento del tráfico internacional de Cuba. Como resultado de la prohibición, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba ETECSA, no puede negociar abiertamente con operadores norteamericanos, y está obligada a conectarse por terceros países, con significativas pérdidas y dificultades.
Algo similar le ocurre a las operadoras celulares del vecino del norte, que tienen prohibido establecer el servicio Roaming con la operadora cubana CUBACEL.
Desde la Conferencia Naval de Londres, de 1909, es un principio aceptado en el Derecho Internacional que: "El bloqueo es un acto de guerra", y siendo así, sólo es entendible su empleo entre “partes beligerantes”. No existe, por otra parte, norma del derecho internacional que justifique el llamado "bloqueo pacífico", el cual fue práctica de las potencias coloniales del siglo XIX y a principios del siglo pasado.
La opinión pública del mundo debe tomar conciencia de que este bloqueo comercial, económico y financiero, de carácter extraterritorial, está dirigido por el Gobierno de los Estados Unidos, ejercido para someter intencionalmente a los ciudadanos cubanos y sus niños a condiciones de existencia que le pueden acarrear daños físicos, totales o parciales, para debilitar su decisión de luchar y vencer. Sin duda una flagrante violación masiva y sistemática hacia los derechos humanos de este pueblo.
La sistemática acción del bloqueo para que los productos y servicios no se exporten, ocasiona un freno al desarrollo económico del país; tal acción expresa una falta extrema de ética, humanismo y también una burla a las disposiciones del Derecho Internacional.
Hasta el año 2010, la nación caribeña había perdido a causa del bloqueo, una cifra tan monstruosamente enorme que cuesta imaginarla: 751 mil 363 millones de dólares, calculados a partir de las 31 devaluaciones sufridas por la moneda respecto al oro desde 1961 a la fecha.
Además, en bancos de Estados Unidos se encuentran confiscados unos 200 millones de dólares pertenecientes a empresas de telecomunicaciones de Cuba.
El hecho de que la Administración Obama haya incluido a Cuba en el listado de países que según ellos “patrocinan el terrorismo”, genera la posibilidad de que cualquier persona jurídica o natural en los tribunales de EEUU pueda solicitar que se le indemnice, utilizando dinero cubano depositado en cuentas en ese país, y además, que determinados jueces fallen a favor de utilizar los fondos cubanos.
En estos últimos diez años, la aplicación de esas medidas coercitivas por parte del gobierno norteamericano llegaron a niveles de esquizofrenia, y se implementaron con particular saña contra empresas y entidades que comerciaron con la Isla; se busca el aislamiento, la asfixia, la inmovilización de Cuba, con el avieso propósito de ahogar a su pueblo y llevarlo a claudicar de su decisión de ser soberano e independiente.
Múltiples pronunciamientos de las Naciones Unidas condenan esta agresión. La Resolución 2625, de 24 de octubre de 1970 establece que “Todo Estado tiene el derecho inalienable de elegir su sistema político, económico, social y cultural sin injerencia en ninguna forma por parte de ningún otro Estado”.
Respaldada en estos principios, desde 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas vino aprobando cada año con creciente mayoría en la Asamblea, la Resolución titulada "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba".
A lo largo de 19 años, dicha Asamblea ha venido reiterando a EEUU los principios de igualdad soberana, no intervencionismo y no injerencia en los asuntos internos, la libertad de comercio y navegación internacionales. En fecha 28 de Octubre de 2009 los países que votaron contra el bloqueo fueron 187, y solo tres a favor del mismo: EE.UU., Israel y Palau.
En el año 2010, la ONU volvió a pronunciarse el 26 de octubre contra el bloqueo del imperialismo. Se repitieron los 187 votos a favor de Cuba, como áspera sanción moral de los gobiernos del mundo a EEUU, mientras que el voto de este país solo fue acompañado por el de Israel, gendarme del imperialismo en el Medio Oriente, lo cual significó solo el 1% de apoyo al bloqueo, de toda la comunidad internacional.
Pero la respuesta del gobierno injerencista es de oídos groseramente sordos y un total desacato; así, lejos de suprimir el bloqueo y toda legislación que lo conforma, ha promulgado nuevas leyes como la Torricelli y la Helms Burton, cuyas regulaciones extraterritoriales afectan la soberanía de otros Estados y los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción.
Aún hoy, 50 años después de haber sido escrita aquella sentencia que citábamos al comienzo de Lester Dewitt Mallory en 1960, la política de la Administración norteamericana continúa siendo dirigida a “causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno” en Cuba, con el propósito de hacer regresar a este país a la situación semi anexionista en la que lo mantuvo durante más de medio siglo. Los cubanos han tenido que padecer, sobrevivir y desarrollarse en las particularmente difíciles condiciones que le impone la única superpotencia, que busca el aniquilamiento de la resistencia y el ejemplo de dignidad y soberanía de la nación cubana.
En el año 2004, siendo entrevistado como candidato al Senado, el Sr. Barack Obama expresó que estaba de acuerdo en que el “anacrónico embargo” a Cuba debería terminarse; posteriormente en el año 2009 ante todos los mandatarios de América anunció “un nuevo comienzo con Cuba”; sin embargo, a dos años de asumir la presidencia no ha variado mucho la actitud de EEUU hacia la Isla. Por el contrario, lejos de emprender acciones dirigidas a eliminar esa abusiva conducta, en enero de 2011 la actual administración estadounidense insistió en la aplicación de sanciones a empresas y otras entidades por supuestas violaciones del bloqueo a la isla; las multas de los Departamentos del Tesoro y Justicia contra entidades de su país y de Europa desde enero de 2010, por transacciones realizadas con Cuba, entre otros Estados, superan en su conjunto los 800 millones de dólares ………El Presidente Obama continúa sin cumplir su palabra.
Pero el abusivo bloqueo a Cuba es una agresión mucho más grave y trascendente que lo expuesto en estas breves líneas.
Te aportamos un enlace con información más amplia y detallada del bloqueo imperialista contra el pueblo de Cuba:
http://www.cubavsbloqueo.cu/Default.aspx?tabid=28
(Act.2011).
Que buena que son estas ferias, para que estemos al tanto de lo que hay para leer y cultivarnos.
ResponderEliminarMorocha - Fortaleza Pacotes Turisticos