Firma Esteban Lazo libro de condolencias por el terremoto en Haití y Asesor de Preval califica de fantástica ayuda de Cuba a Haití






La Habana, 30 ene (Granma-RHC) Este viernes, Esteban Lazo Hernández, vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba, firmó el libro de condolencias por las víctimas del terremoto que azotó a Haití el pasado día 12, a nombre del gobierno y pueblo cubanos.

Lazo, quien estuvo acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla, reiteró nuestro pesar por la tragedia que vive ese hermano país, así como nuestra incondicional ayuda y solidaridad con ese sufrido pueblo.

El Vicepresidente cubano fue recibido por Jean Víctor Geneus, embajador de la República de Haití en Cuba, quien agradeció profundamente la ayuda médica cubana a esa hermana nación en estos trágicos momentos.

A partir del próximo lunes 1ro. de febrero, el libro de condolencias estará abierto al público.
Fuentes: RHC, AIN, GRANMA, TRABAJADORES, JUVENTUD REBELDE, PL, REUTER, EFE, IPS, ANSA, AFP, XINHUA, TASS, DPA, AP.



Asesor de Preval califica de fantástica ayuda de Cuba a Haití

Puerto Príncipe, 29 ene (PL) El asesor presidencial haitiano Leslie Voltaire calificó hoy de fantástica la histórica ayuda de Cuba a su pueblo, especialmente la brindada luego del terremoto del 12 de enero.

Los cubanos han salvado muchas vidas, muchísimas, y no han hecho tanta propaganda como los estadounidenses o los franceses; son los héroes, de los que no se habla, pero son los verdaderos héroes , expresó el arquitecto, encargado de las labores de urbanismo para reconstruir esta capital y otras ciudades arrasadas por el sismo.

De acuerdo con el funcionario, la obra de Cuba también se aprecia en los estudiantes haitianos y médicos de su país graduados en la isla, quienes se pudieron sumar a la atención de los damnificados gracias a los conocimientos adquiridos en la vecina nación.

Creo que cuando los cubanos se vayan, yo no quiero que se vayan, pero cuando se vayan dejarán plantada una semilla que va a dar flores y árboles , comentó Voltaire.

En su opinión, en la reconstrucción del país también se necesita la experiencia cubana en arquitectura e ingeniería civil y mecánica.

Al conversar sobre las características de las construcciones en Haití y los daños ocasionados por el sismo, el asesor explicó que la población edificaba con bloques de concreto artesanales, sin supervisión del gobierno o de las comunas.

El Estado haitiano no ha tenido la capacidad de aplicar las leyes de la construcción, y solamente cinco por ciento de las construcciones estaban hechas por profesionales , precisó.

El resto de las obras se erigieron de manera artesanal, incluso edificaciones de tres niveles cuya construcción fue dirigida por un llamado boss", que no ha pasado escuela ni conoce las reglas del arte de construir, explicó el experto.

Voltaire consideró que los planes que se avecinan son una buena oportunidad para que los arquitectos e ingenieros enseñen al pueblo cómo se debe construir, porque antes sólo se pensaba en preparar las edificaciones contra los huracanes, y se habían olvidado de que, como en Santiago de Cuba, aquí también la tierra tiembla.

Estamos en la misma falla, y debemos seguir un mismo código, que permita reducir la vulnerabilidad de Haití , comentó.


Fuentes: RHC, AIN, GRANMA, TRABAJADORES, JUVENTUD REBELDE, PL, REUTER, EFE, IPS, ANSA, AFP, XINHUA, TASS, DPA, AP.

www.radiohc.cu

Enviamos médicos y no soldados


RELFEXIONES DE FIDEL

En la Reflexión del 14 de enero, dos días después de la catástrofe de Haití que destruyó ese hermano y vecino país, escribí: “Cuba, a pesar de ser un país pobre y bloqueado, desde hace años viene cooperando con el pueblo haitiano. Alrededor de 400 médicos y especialistas de la salud prestan cooperación gratuita al pueblo haitiano. En 127 de las 137 comunas del país laboran todos los días nuestros médicos. Por otro lado, no menos de 400 jóvenes haitianos se han formado como médicos en nuestra Patria. Trabajarán ahora con el refuerzo de médicos nuestros que viajaron ayer para salvar vidas en esta crítica situación. Pueden movilizarse, por lo tanto, sin especial esfuerzo, hasta mil médicos y especialistas de la salud que ya están casi todos allí y dispuestos a cooperar con cualquier otro Estado que desee salvar vidas haitianas y rehabilitar heridos.”

“La situación es difícil -nos comunicó la jefa de la Brigada Médica Cubana- pero hemos comenzado ya a salvar vidas.”

Hora tras hora, de día y de noche, en las pocas instalaciones que quedaron en pie, en casas de campaña o en parques y lugares abiertos, por temor de la población a nuevos temblores, los profesionales cubanos de la salud comenzaron a laborar sin descanso.

La situación era más grave que lo imaginado inicialmente. Decenas de miles de heridos clamaban por auxilio en las calles de Puerto Príncipe, y un número incalculable de personas yacían, vivas o muertas, bajo las ruinas de barro o adobe con que habían sido construidas las viviendas de la inmensa mayoría de la población. Edificios, incluso más sólidos, se derrumbaron. Fue necesario además localizar, en medio de los barrios destruidos, a los médicos haitianos graduados de la ELAM, muchos de los cuales fueron afectados directa o indirectamente por la tragedia.

Funcionarios de Naciones Unidas quedaron atrapados en varios de sus albergues y se perdieron decenas de vidas, incluidos varios de los jefes de la MINUSTAH, una fuerza de Naciones Unidas, y se desconocía el destino de cientos de otros miembros de su personal.

El Palacio Presidencial de Haití se derrumbó. Muchas instalaciones públicas, incluso varias de carácter hospitalario, quedaron en ruinas.

La catástrofe conmovió al mundo, que pudo presenciar lo que estaba ocurriendo a través de las imágenes de los principales canales internacionales de televisión. De todas partes, los gobiernos anunciaron el envío de expertos en rescate, alimentos, medicinas, equipos y otros recursos.

De conformidad con la posición pública formulada por Cuba, personal médico de otras nacionalidades, como españoles, mexicanos, colombianos y de otros países, laboró arduamente junto a nuestros médicos en instalaciones que habíamos improvisado. Organizaciones como la OPS y países amigos como Venezuela y de otras naciones suministraron medicamentos y variados recursos. Una ausencia total de protagonismo y chovinismo caracterizó la conducta intachable de los profesionales cubanos y sus dirigentes.

Cuba, al igual que lo ha hecho en situaciones similares, como cuando el Huracán Katrina causó grandes estragos en la ciudad de Nueva Orleáns y puso en peligro la vida de miles de norteamericanos, ofreció el envío de una brigada médica completa para cooperar con el pueblo de Estados Unidos, un país que, como se conoce, posee inmensos recursos, pero lo que se necesitaba en ese instante eran médicos entrenados y equipados para salvar vidas. Por su ubicación geográfica, más de mil médicos de la Brigada “Henry Reeve” estaban organizados y listos con los medicamentos y equipos pertinentes para partir a cualquier hora del día o de la noche hacia esa ciudad norteamericana. Por nuestra mente no pasó siquiera la idea de que el Presidente de esa nación rechazara la oferta y permitiera que un número de norteamericanos que podían salvarse perdieran la vida. El error de ese Gobierno tal vez consistió en su incapacidad para comprender que el pueblo de Cuba no ve en el pueblo norteamericano un enemigo, ni como culpable de las agresiones que ha sufrido nuestra Patria.

Tampoco aquel Gobierno fue capaz de comprender que nuestro país no necesita mendigar favores o perdones de quienes durante medio siglo han tratado inútilmente de ponernos de rodillas.

Nuestro país, igualmente en el caso de Haití, accedió de inmediato a las solicitudes de sobrevuelo en la región oriental de Cuba y a otras facilidades que requerían las autoridades de Estados Unidos para prestar asistencia lo más rápidamente posible a los ciudadanos norteamericanos y haitianos afectados por el terremoto.

Estas normas han caracterizado la conducta ética de nuestro pueblo que, unido a su ecuanimidad y firmeza, han sido los rasgos permanentes de nuestra política exterior. Eso lo conocen bien cuantos han sido adversarios nuestros en la esfera internacional.

Cuba defenderá firmemente el criterio de que la tragedia que ha tenido lugar en Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, constituye un reto a los países más ricos y poderosos de la comunidad internacional.

Haití es un producto neto del sistema colonial, capitalista imperialista impuesto al mundo. Tanto la esclavitud en Haití como su ulterior pobreza fueron impuestas desde el exterior. El terrible sismo se produce después de la Cumbre de Copenhague, donde fueron pisoteados los derechos más elementales de 192 Estados que forman parte de la Organización de Naciones Unidas.

Tras la tragedia, se ha desatado en Haití una competencia por la adopción precipitada e ilegal de niños y niñas, que obligó a que la UNICEF tomara medidas preventivas contra el desarraigo de muchos niños, que despojaría a familiares allegados de tales derechos.

El número de víctimas mortales sobrepasa ya las cien mil personas. Una elevada cifra de ciudadanos ha perdido brazos o piernas, o ha sufrido fracturas que requieren rehabilitación para el trabajo o el desenvolvimiento de sus vidas.

El 80% del país debe ser reconstruido y crear una economía suficientemente desarrollada para satisfacer las necesidades en la medida de sus capacidades productivas. La reconstrucción de Europa o Japón, a partir de la capacidad productiva y el nivel técnico de la población, era una tarea relativamente sencilla en comparación con el esfuerzo a realizar en Haití. Allí, como en gran parte de África y en otras áreas del Tercer Mundo, es indispensable crear las condiciones para un desarrollo sostenible. En solo 40 años la humanidad tendrá más de 9 mil millones de habitantes, y enfrenta el reto de un cambio climático que los científicos aceptan como una realidad inevitable.

En medio de la tragedia haitiana, sin que nadie sepa cómo y por qué, miles de soldados de las unidades de infantería de marina de Estados Unidos, tropas aerotransportadas de la 82 División y otras fuerzas militares han ocupado el territorio de Haití. Peor aún, ni la Organización de Naciones Unidas, ni el Gobierno de Estados Unidos han ofrecido una explicación a la opinión pública mundial de estos movimientos de fuerzas.

Varios Gobiernos se quejan de que sus medios aéreos no han podido aterrizar y transportar los recursos humanos y técnicos enviados a Haití.

Diversos países anuncian, por su parte, el envío adicional de soldados y equipos militares. Tales hechos, desde mi punto de vista, contribuirían a caotizar y complicar la cooperación internacional, ya de por sí compleja. Es necesario discutir seriamente el tema y asignar a la Organización de Naciones Unidas el papel rector que le corresponde en este delicado asunto.

Nuestro país cumple una tarea estrictamente humanitaria. En la medida de sus posibilidades contribuirá con los recursos humanos y materiales que estén a su alcance. La voluntad de nuestro pueblo, orgulloso de sus médicos y cooperantes en actividades vitales, es grande y estará a la altura de las circunstancias.

Cualquier cooperación importante que se ofrezca a nuestro país no será rechazada, pero su aceptación estará subordinada por entero a la importancia y trascendencia de la ayuda que se requiera de los recursos humanos de nuestra Patria.

Es justo consignar que, hasta este instante, nuestros modestos medios aéreos y los importantes recursos humanos que Cuba ha puesto a la disposición del pueblo haitiano no han tenido dificultad alguna en llegar a su destino.

¡Enviamos médicos y no soldados!

Fidel Castro Ruz
Enero 23 de 2010
5 y 30 p.m.


www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2010/01/23/enviamos-medicos-y-no-soldados
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Médicos de Cuba en Haití: la solidaridad silenciada

Médicos de Cuba en Haití: la solidaridad silenciada
cubainformacion.tv



José Manzaneda. Coordinador de www.cubainformacion.tv.-
Los cerca de 400 cooperantes de la brigada médica cubana en Haití fueron la más importante asistencia sanitaria al pueblo haitiano durante las primeras 72 horas tras el reciente terremoto. Esta información ha sido censurada por los grandes medios de comunicación internacionales.

Y es que la ayuda de Cuba al pueblo de Haití no ha llegado con el terremoto. Cuba desarrolla en Haití desde 1998 un Plan Integral de Salud (1), por el que han pasado más de 6000 cooperantes cubanos de la salud. Horas después de la catástrofe, el mismo día 13 de enero, se sumaban a la brigada cubana 60 especialistas en catástrofes, componentes del Contingente “Henry Reeve”, que volaban desde Cuba con medicamentos, suero, plasma y alimentos (2). Los médicos cubanos habilitaron su vivienda como hospital de campaña, atendiendo a miles de personas al día y realizando centenares de operaciones quirúrgicas en 5 puntos asistenciales de Puerto Príncipe. Además, alrededor de 400 jóvenes de Haití formados como médicos en Cuba se unían como refuerzo a la brigada cubana (3).

Los grandes medios han silenciado todo esto. El diario El País, el 15 de enero, publicaba una infografía sobre la “Ayuda financiera y equipos de asistencia”, en la que Cuba ni siquiera aparecía entre los 23 estados que han aportado colaboración (4). La cadena estadounidense Fox News llegaba a afirmar que Cuba es de los pocos países vecinos del Caribe que no han acudido a prestar ayuda.

Voces críticas de los propios EEUU han denunciado este tratamiento informativo, aunque siempre en muy limitados espacios de difusión.

Sarah Stevens, directora del Center for Democracy in the Americas (5), decía en el blog The Huffington Post: ¿si Cuba está dispuesta a cooperar con los EEUU en el aire (dejando libre su espacio aéreo), no deberíamos cooperar con ella en iniciativas terrestres que afectan a ambas naciones y los interese conjuntos de ayudar al pueblo haitiano? (6)
Laurence Korb, ex subsecretario de Defensa y ahora vinculado con el Center for American Progress (7), pedía al gobierno de Obama “aprovechar la experiencia de un vecino como Cuba” que “tiene algunos de los mejores cuerpos médicos del mundo”, y de los que “tenemos mucho que aprender” (8).

Gary Maybarduk, ex funcionario del Departamento de Estado, ha propuesto entregar a las brigadas médicas cubanas equipamiento duradero médico con el uso de helicópteros militares de EEUU, para que puedan desplazarse a localidades poco accesibles de Haití (9).
Y Steve Clemons, de la New America Foundation (10) y editor del blog político The Washington Note (11), afirmaba que la colaboración médica entre Cuba y EEUU en Haití podría generar la confianza necesaria para romper incluso el estancamiento que ha habido en las relaciones entre EEUU y Cuba durante décadas (12).

Pero la información sobre el terremoto de Haití, procedente de grandes agencias de prensa y de corporaciones mediáticas ubicadas en las grandes potencias, se parece más a una campaña de propaganda sobre los donativos de los países y ciudadanos más ricos del mundo. Si bien la vulnerabilidad ante la catástrofe por causa de la miseria es repetida una y otra vez por los grandes medios, ninguno ha querido entrar a analizar el papel de las economías de Europa o EEUU en el empobrecimiento de Haití. El drama de este país está demostrando, una vez más, la verdadera naturaleza de los grandes medios de comunicación: ser el gabinete de imagen de los poderosos del mundo, convertidos en donantes salvadores del pueblo haitiano cuando han sido y son, sin paliativos, sus verdaderos verdugos.

(1) http://www.cubacoop.com

(2) http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=153705&Itemid=1

(3) http://www.ain.cu/2010/enero/19cv-cuba-haiti-terremoto.htm

(4) http://www.pascualserrano.net/noticias/el-pais-oculta-344-sanitarios-cubanos-en-haiti

(5) http://democracyinamericas.org

(6) http://www.huffingtonpost.com/sarah-stephens/to-increase-help-for-hait_b_425224.html

(7) http://www.americanprogress.org/

(8) http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0114/Marines-to-aid-Haitian-earthquake-relief.-But-who-s-in-command

(9) http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/01/14/AR2010011404417_2.html

(10) http://www.newamerica.net/

(11) http://www.thewashingtonnote.com/

(12) http://www.thewashingtonnote.com/archives/2010/01/american_diplom/


Cuadro informativo 1. Datos de la cooperación de Cuba con Haití desde 1998:

Desde diciembre de 1998, Cuba ofrece cooperación médica al pueblo haitiano a través del Programa Integral de Salud.

Hasta la fecha han trabajado en este sector en Haití 6 mil 94 colaboradores, que han realizado más de 14 millones de consultas médicas, más de 225 mil cirugías, atendido más de 100 mil partos, y salvado más de 230 mil vidas.

En el 2004, tras el paso de la tormenta tropical Jeanne por la ciudad de Gonaives, Cuba brindó su ayuda con una brigada de 64 médicos y 12 toneladas de medicamentos.

5 Centros de Diagnóstico Integral, construidos por Cuba y Venezuela, prestaban servicios al pueblo haitiano antes del terremoto.

Desde el 2004 se realiza la Operación Milagro en Haití. Hasta el 31 de diciembre de 2009 se habían operado un total de 47 mil 273 haitianos.

Actualmente estudian en Cuba un total de 660 jóvenes haitianos, de ellos 541 se forman como médicos.

En Cuba se han formado 917 profesionales, de los cuales 570 como médicos.

Cuba coopera con Haití en sectores tales como la agricultura, energía, pesca, comunicaciones, además de salud y educación.

Como resultado de la cooperación de Cuba en la esfera de la educación, se han alfabetizado 160 mil 30 haitianos.

Cuadro 2. Datos de las actuaciones del Contingente Internacional de Médicos Cubanos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias, Brigada “Henry Reeve”, anteriores a la colaboración en Haití:

Desde su constitución la Brigada Henry Reeve ha cumplido misiones en 7 países, con la presencia de 4 156 colaboradores, de los cuales, 2 840 son médicos.

Guatemala (Huracán Stan): 8 de octubre 2005, 687 colaboradores, de ellos 600 son médicos.
Pakistán (Terremoto): 14 de octubre 2005, 2 564 colaboradores, de ellos 1 463 son médicos.

Bolivia (inundaciones): 3 de febrero 2006-22 de mayo, 602 colaboradores, de ellos 601 son médicos.

Indonesia (Terremoto): 16 de mayo 2006, 135 colaboradores, de ellos 78 fueron médicos.

Perú (Terremoto): 15 de agosto 2007-25 de marzo 2008, 79 colaboradores, de ellos 41 fueron médicos.

México (inundaciones): 6 de noviembre 2007 - 26 de diciembre, 54 colaboradores, de ellos 39 son médicos.

China (terremoto): 23 de mayo 2008-9 de junio, 35 colaboradores, de ellos 18 son médicos.
Fueron salvadas 4 619 personas.

Se atendieron en consultas médicas 3 millones 83 mil 158 pacientes.
Intervinieron quirúrgicamente 18 898 pacientes.

Se instalaron un total de 36 hospitales de campaña completamente equipados, los cuales fueron donados por Cuba ( 32 a Pakistán, 2 a Indonesia y 2 a Perú).

Se han beneficiado con prótesis de miembros en Cuba 30 pacientes afectados por el terremoto de Pakistán.

El absurdo del disparate: ¿¿¡¡Cuba terrorista!!?




Ver el blog de Graciela Guerrero Garay
tugrace.blogia.com

tambien la puede leer en ruedadeprensa.ning.com/profiles/blogs/el-absurdo-del-disparate-cubaLa indignación del pueblo cubano no es un hecho meramente político, aunque los tanques pensantes del gobierno de Estados Unidos y, sobre todo la debilitada y descreída ya mafia anticubana de Miami, traten de venderlo así. El repudio unánime de esta Isla a su inclusión en la lista de países terroristas es un acto moral, cívico y legítimo.

• Si no fuera un asunto muy serio y demostrativo del agresivo tratamiento que da al tema Cuba el aparato que controla la Casa Blanca, hasta el gato se moría de risa al leer el documento que acusa, injusta, deshonesta y absurdamente, a este país caribeño de estar entre las naciones peligrosas para la seguridad del imperio más grande del mundo y el más terrorista por cierto.

• Desde que se difundió tal disparate, entre vecinos, en los centros comerciales y públicos, en las escuelas y gremios laborales, en mítines relámpagos y actos rápidos convocados por los sindicatos, gente común, estudiantes, trabajadores y pueblo en general condenaron tal vileza, que Cuba tiene argumentos sobrados para desmentir y demostrar que nada respetuoso y justo avala la actitud de los Estados Unidos. Al contrario, ridiculiza una vez más su proceder internacional y su rabiosa política contra esta nación.


Por Graciela Guerrero Garay

El frío que baña toda la Isla de Cuba no es mayor que el calor que brota de los corazones cubanos, sobre todo cuando de defender su suelo patrio se trata. Por estos días de fin de semana, esa pasión revolucionaria que mantiene en pie una libertad absoluta hace medio siglo está enardecida. El gobierno de Estados Unidos la incluyó en la lista de países terroristas y, por demás, la clasifica como patrocinadora, lo que implica que todos los cubanos que transiten en las líneas áreas de ese país sean sometidos a un chequeo adicional en los aeropuertos.

En particular, me resulta irracionalmente curioso: ¿por qué ese cacheo no se lo aplican a los que llegan a buscar refugio en territorio americano, luego de matar a ultranza víctimas inocentes, no solo cubanas, sino de numerosas naciones? ¿Por qué no incluyen en la “ilustre medida de seguridad” a los que llegan de manera ilegal y se adhieren a la llamada ley de los pies descalzos, y luego reciben con bombo y platillo, sobre todo si declaran lo que quieren contra los hermanos Castro y el proyecto socialista?

Y ahora mismo, escribiendo, pienso que cuán lejos puede estar del terrorismo alimentar el odio y la mentira, pagar para desacreditar la voluntad soberana de una mayoría que construye su propios pasos, aún con un imperialismo nazi en la punta de su nariz y 50 años de amenazas tan absurdamente disparatadas como estas, pero tan ciertas como que la meca del horror apunta el índice y desconoce el carcinoma de su mano.

No puede admitirse. Va más allá de una cuestión de principios. Tampoco creo que sea un acto meramente político y una obligada réplica ante los pasillos de la arena internacional, la efervescencia revolucionaria que apoya la Declaración del MINREX y convirtió a los centros de trabajo y estudiantiles, este fin de semana, en una espiral de rebeldía ante la hostil resolución de los Estados Unidos. Los cubanos odiamos el terrorismo. Por su culpa y la cobija de los gobiernos de Estados Unidos hemos perdido a muchos hermanos.
Por culpa de ese frenesí asesino que el país del poder engendra y alimenta hay muchas viejecitas nuestras llorando ya sin lágrimas, de tanto dolor y soledad. Nosotros, los cubanos, salvamos vidas. Exigimos, con todas las normas y códigos del Derecho, que se haga justicia ante los crímenes de lesa humanidad y somos humanitarios por excelencia. Está probado.

Si algún engendro como Posada Carriles, de origen cubano, es el monstruoso terrorista que es, revise su historial y sus patrocinadores: CIA, mafia anticubana, entrenamiento financiado por los Estados Unidos en Nicaragua, etc. etc. Y así sucede con el resto de los cubanoides que desgraciadamente impusieron sus nombres en las listas de terroristas. Todos, SIN EXCEPCION, tienen vínculo directo MADE IN USA.

Pero este pueblo que condena hoy, que repulsa, que defiende sus derechos, que exige respeto y justicia para sus CINCO compatriotas presos por ESTADOS UNIDOS – léase bien- , los cubanos todos que somos víctimas del terror imperialista, que cultivamos el internacionalismo, la solidaridad y que nos anexamos por voluntad propia a los que creemos que es digno y merecedor de las mayorías humildes como nosotros, no podemos estar de acuerdo con el dislate de los dueños de la Casa Blanca.

No podemos estar de acuerdo porque somos víctimas. Jamás, nunca, Terroristas.

Descubiertos algunos de los "pájaros" cubanos que iban a hacer de "guías turísticos" del sociolisto Luis Yáñez




Los amigos de Yáñez ¡Qué nivel, Maribel!
Según informa en su blog el periodista cubano M. H. Lagarde, el contrarrevolucionario Manuel Cuesta Morúa (el “Obama cubano”) declaró a la emisora terrorista, financiada por el Gobierno de Estados Unidos (dime con quien andas...), Radio y Televisión Martí, que tenía acordado con Luis Yáñez una entrevista.

Cuesta Morúa, dirigente del “Partido” Corriente Socialista Democrática, perteneciente al conglomerado Arco Progresista de tendencia socialdemócrata, tenía programada desde hace tiempo, una reunión con Yáñez, y por esa razón las autoridades cubanas no permitieron la entrada al eurodiputado, es decir, que el “socialisto” no iba a hacer turismo precisamente.

Sin embargo, tanto el PSOE como el Gobierno socialista del régimen de Madrid, señalaron no tener constancia de que Yáñez tuviera previsto reunirse con algún miembro de la disidencia cubana durante su estancia en la isla, y reafirmaron que el objetivo sólo era hacer turismo. Curioso: un señor de cerca de 70 años emprende un viaje de placer, que implica recorrerse unos 16.000 Kilómetros ida y vuelta, para estar sólo cinco días relajándose. Si para descansar (de no hacer nada) disponía de tan escaso tiempo, mejor le habría venido marcharse a Chipiona, pueblo costero que está a una hora de Sevilla, su residencia habitual.

Por otra parte resulta hasta cómico (por lo inverosímil) que Cuesta Morúa sepa más sobre las intenciones políticas de Luis Yáñez que todo el Gobierno español en pleno. Ya en 2008, Cuba le negó el visado de entrada, porque había sido invitado a un Congreso del grupúsculo de Cuesta Morúa que, como vemos, no tiene inconveniente en hacer declaraciones a una emisora de radio manejada por terroristas enemigos de Cuba. Ahora, Yáñez quiso hacer trampas, y debe ser cierto que tiene un gafe supino, porque la cosa le salió mal y lo han dejado como al gallo de Morón.

En la foto pueden apreciar a Cuesta Morúa, oculto bajo una gorra y con gafas, junto a sus colegas Yoani Sánchez, “disfrazada" de turista y un tal Ciro (el sujeto de poco pelo que no necesita disfrazarse por razones obvias), socio del impresentable Gorki Águila quien actualmente vive en México.

¡Menudos pájaros están hechos los amiguitos del señor Yáñez! ¿Ese es el nivel intelectual de los eurodiputados de la Unión Europea?

http://jmalvarezblog.blogspot.com/

Playa Sirena y Paraíso, Cayo Largo del Sur, Cuba

CUBA DESDE EL SATELITE

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