Mujeres de verde: jóvenes cubanas integrantes de las Fuerzas Armadas



Flores, postales y besos no bastaron para elogiar, en este Día Internacional de la Mujer, a jóvenes cubanas integrantes de las FuerzasArmadas

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Ana María Domínguez Cruz
digital@juventudrebelde.cu

Mientras conversábamos, la imaginé diestra y eficiente en sus movimientos durante una tormenta. Sus voces de mando por encima de las altas olas y su agilidad para tomar el timón en caso de que fuera necesario, se esbozaron ante mí en unos minutos. Su sonrisa triunfante al reconocer que lleva ventaja por no padecer de mareos ni de otros malestares en cubierta, dejó entrever lo feliz que se siente en este, su nuevo mundo.

Para la holguinera Yaimaris Fernández Robles, teniente de corbeta y segunda comandante de un buque de la Marina de Guerra Revolucionaria, sus 23 años no son argumento para justificar inexperiencias. Ella da todo de sí desde que ingresó a la vida militar y en particular a esta especialidad. Por eso cada día lo aprovecha al máximo, en calidad de aprendiz y de ejemplo para sus subordinados.

«La vida en el mar es muy difícil y ser jefa de muchos hombres también lo es. Para ganarme su respeto he tenido que ser más firme en mis decisiones y, sobre todo, transmitirles el amor a esta profesión a través del buen trato y el ejemplo, y lo he logrado porque, en cierta medida, también me han apoyado».

En sus ojos se reflejan algunos de los momentos más estresantes, en los que tuvo que salir al mar y enfrentar situaciones difíciles, pero su condición de mujer, lejos de ser una debilidad como muchos pensaron, le da las herramientas para superarlo todo.

La mujer debe ser fuerte, incluso más que el hombre, me dice, porque asume responsabilidades de todo tipo y con la capacidad de desempeñarlas todas a la vez de manera eficaz. «En las Fuerzas Armadas, ¿por qué no iba a haber mujeres, dispuestas a empuñar un fusil, dirigir una tripulación o manejar un medio de combate? Es la manera de ser consecuente con aquellas mujeres que en la manigua y en la Sierra dejaron a un lado los prejuicios y lucharon junto a los hombres. Entonces, ¿por qué no iba a hacerlo yo?», añade justo cuando ya debe reincorporarse a la práctica del desfile de los bloques que participarán en la revista militar del próximo 16 de abril, por el aniversario 50 de la proclamación del carácter Socialista de la Revolución Cubana y de la victoria militar de Playa Girón.

Ayer, cuando se celebró el Día Internacional de la Mujer, muchas como Yaimaris, que un día decidieron integrar las Fuerzas Armadas Revolucionarias para colmarlas de ternura, valentía y tenacidad, tuvieron motivos de sobra para celebrarlo.

Militar, mujer militar

Los hijos de la capitana Raquel Yanyaque Fernández se sentirán muy orgullosos de su mamá. No es para menos, sobre todo cuando ellos mismos han sido testigos de su dedicación y empeño en la profesión que escogió hace más de dos décadas.

Ella suspira hondo y sonríe cuando la interrogo. ¿Cómo comentarme en corto tiempo tantas emociones y vivencias? ¿Cómo explicarme que siendo huérfana de madre desde los siete años, el apoyo de su padre y las exigencias de la vida militar han hecho de ella la mujer que es hoy?

Su trabajo como instructora en una unidad de la Región Militar de Mayabeque muestra cuánto le satisface la atención directa a los combatientes, cuánto le interesa entregarse por completo a una tarea que demanda, más que coraje en el campo de batalla, un corazón dispuesto a latir sin cesar por ella.

«Tuve el entrenamiento de todo el que ingresa al Servicio Militar Activo y luego, cuando decidí especializarme, he tenido una preparación muy amplia y variada. Cada vez que he desempeñado mi cargo en diferentes batallones aprendo las singularidades de cada especialidad, y por ello me siento ¡una mujer entera!», me dice.

La veo subirse a uno de los medios de combate que desfilará en la Plaza de la Revolución en poco más de un mes.

—Si no hubieras sido militar, ¿cuál habría sido tu camino?, le pregunto desde abajo.

Con el sudor en el rostro y el sol nublándole la mirada, me dice: «¡Militar, hubiera sido militar!».

Con el mismo convencimiento está la sargento de tercera Vismarys Ramos Córdoba, de la Unidad de Ceremonias del Ministerio del Interior y que ahora integra uno de los bloques de esa institución.

Figurará en el desfile con su fusil y la mirada certera porque, desde que decidió encaminar su vida por el sendero del mundo militar a los 18 años, sabía que su lugar era donde la necesitaran y por ello su completa disposición y entrega no faltarán.

La mejor manera de demostrarlo es cumpliendo con cada una de las tareas que le encomienden en el transcurso de su carrera; y evidenciarlo en el instante en que desfile frente a su pueblo en el glorioso abril que se avecina, será su desafío a partir de ahora.

Cuando flores, postales y besos no bastan para elogiar tanta grandeza, miles de mujeres como Yaimaris, Raquel y Vismarys se enorgullecen en nuestro país del mejor regalo que les ha sido dado como mujeres: la posibilidad de ser, crecer y formar parte de una sociedad sin distinciones.

BUENAS NOTICIAS DE CUBA:RECIBEN NIÑOS DE SANTIAGO DE CUBA VACUNA ANTIPOLIO Y Camila Alexandra disfrutó su vacuna Antipolio




http://fotos.ain.cu/main.php?g2_itemId=270724





Niño santiaguero (C) recibe la vacuna antipoliomielítica que reciben los niños y niñas cubanos menores de 3 años (desde un mes de nacidos hasta los 2 años, 11 meses y 29 días), en el área de salud del Policlínico "Camilo Torres" del Casco Histórico de Santiago de Cuba, el 4 de marzo de 2011.
AINFOTO/Miguel RUBIERA JUSTIZ/are



Niños santiagueros que recibieron la vacuna antipoliomielítica, que se le suministra los niños y niñas cubanos menores de 3 años (desde un mes de nacidos hasta los 2 años, 11 meses y 29 días), en el área de salud del Policlínico "Camilo Torres", del Casco Histórico de Santiago de Cuba, el 4 de marzo de 2011.




Camila Alexandra disfrutó su vacuna Antipolio



Texto y foto: Leonor González López




Palma Soriano, 7 marzo 2011.- La pequeña Camila Alexandra Carrión de cuatro meses de nacida recibió este viernes 4 de marzo la vacuna Antipolio de manos de una enfermera palmera, quien con ligera sonrisa aplicó las goticas a la bebé.


Momentos en que la pequeña Camila Alexandra Carrión de cuatro meses de nacida recibió este viernes 4 de marzo la vacuna Antipolio.

Como la pequeña Camila Alexandra otros niños y niñas palmeras recibirán a partir de esta fecha la dosis que los inmunizarán contra las enfermedades y virus de manera gratuita, todo ello como recompensa de una idea que nació hace media centuria en Cuba, o sea, en febrero de 1962 cuando se ejecutó la Primera Campaña de Vacunación Antipolio.

La actual Campaña Nacional de Vacunación Antipolio se desarrolla en dos etapas, la primera del 4 al 10 de marzo, y una segunda entre el 22 y 28 de abril donde se les administrará a los pequeños una segunda dosis, y en esa fecha también se reactivarán con una dosis 134 377 niños de 9 años (desde los 9 años hasta 9 años, 1 mes y 29 días).

El 26 de febrero de 1962 inició de forma gratuita en Cuba la primera campaña nacional de vacunación contra la poliomielitis, enfermedad entonces causante de invalidez y muerte de la niñez cubana. En mayo de 1962, se reportó, en el país, el último caso de poliomielitis.

Relacionamos»
Con dos goticas de Vacuna Antipolio los cubanos salvamos vidas

http://www.radiobaragua.cu/Palma%20Soriano/noticias/2011/marz/camila-recibe-vacuba-antipolio.htm



dos articulos en uno, LA GUERRA SIN ODIO y Eran las 5 e' la tarde y ni Lola llegó...




Mientras se incita a levantamientos, o se piden"noches de cuchillos largos", jóvenes de hoy, dignos seguidores de nuestros pensadores, nos traen a un Martí que nos enseña: "Estamos para vencer [...] hemos sido buenos, hemos amado mucho, no hemos odiado", porque "Cuba es un pueblo que ama y cree, y goza en amar y en creer".

La guerra sin odio
Por Carlos Rodríguez Almaguer.
via e-mail:la Polilla Cubana

“Mi verso crecerá, bajo la hierba
yo también creceré”.
José Martí
27701_cuba1.jpgCuando el 25 de marzo de 1895 José Martí escribía con letras de alma y el espíritu de Cuba en el Manifiesto de Montecristi, que firmará junto al general Máximo Gómez, que “La guerra no es contra el español, que, en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen, podrá gozar respetado, y aún amado, de la libertad que sólo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino -Ni del desorden, ajeno a la moderación probada del espíritu de Cuba, será cuna la guerra; ni de la tiranía- Los que la fomentaron, y pueden aún llevar su voz, declaran en nombre de ella ante la patria su limpieza de todo odio, -su indulgencia fraternal para con los cubanos tímidos o equivocados-, su radical respeto al decoro del hombre, nervio del combate y cimiento de la república, -su certidumbre de la aptitud de la guerra para ordenarse de modo que contenga la redención que la inspira, la relación en que un pueblo debe vivir con los demás, y la realidad que la guerra es-, y su terminante voluntad de respetar, y hacer que se respete, al español neutral y honrado, en la guerra y después de ella, y de ser piadosa con el arrepentimiento, e inflexible solo con el vicio, el crimen y la inhumanidad”, no hacía sino confirmar aquellas tesis primigenias sobre la absoluta incapacidad del odio para servir de cimiento a la felicidad duradera de un pueblo, planteadas ya en 1873 en su escrito El presidio político en Cuba, y resumidas en esta lapidaria afirmación: “Si yo odiara a alguien, me odiaría por ello a mí mismo”.

Difícil sería comprender la posibilidad de que se convoque a los hombres a matar y a morir sin emplear ese tósigo temible que destruye tanto a quien lo siente como a quien lo padece, al matador y a sus víctimas. Pero estamos hablando de un humanista, un poeta de versos y de obras.

¿Cómo explicar que el mismo que rechazará en frase breve la idea de inspirar el odio de una clase social contra otra, al referirse elogiosamente a Carlos Marx en 1883, porque “espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres”, o el que en sus numerosos discursos revolucionarios sembrara entre las emigraciones resentidas y a veces rencorosas, la idea de que otros emplearan “el odio inútil”, porque “el cubano es capaz del amor”; el que señalará como a un villano a quien promueva entre los hijos de la isla el odio de las razas, o, aún más, el odio a España como cultura y al español como individuo, se viera obligado a organizar una guerra en la que, inevitablemente, habrían de morir por igual cubanos y españoles?

La ética martiana es sacudida por dos fuerzas igual de formidables y acaso contradictorias. Por un lado su horror a la violencia y a la sangre, que habría de dejar claro en su artículo Vindicación de Cuba como característica específica del cubano; por el otro, su absoluta incapacidad para permitir impasible la podredumbre moral con que el gobierno colonial de España consumía a Cuba. Entonces la única vía para conciliar y encausar la tempestad inevitable, era “dar respeto y sentido humano y amable, al sacrificio”, preparando a los combatientes de la víspera en una rarísima mezcla de fuerza y ternura que, siguiendo la mejor tradición cristiana, fuera a la vez capaz de compadecer a los propios asesinos, de arremeter con incontenible violencia contra los cuerpos armados del ejército colonial, y de perdonar a los que se declaran vencidos o arrepentidos, por no hablar de aquellos españoles que solo aspiran a vivir en paz en la misma tierra donde le han nacido los hijos, han construido sus casas y afirmado sus vidas.

Varios apellidos le puso a la guerra, terrible en esencia, para amortiguar acaso el impacto de su significación en el ánimo de los libertadores y evitar que excesos de pasión, en la mayoría de los casos justificados por anteriores crímenes cometidos en las familias cubanas por los colonialistas españoles, los convirtieran en asesinos y mancharan con la crueldad la noble causa de la independencia de Cuba. Así, vemos como en diferentes escritos se refiere a la “guerra necesaria”, “necesaria y breve”, habla también de la “justa cólera”, y poco a poco va introduciendo en las conciencias de aquellos cubanos ofendidos, humillados, que habían perdido a seres queridos a manos de la maldad del régimen, la idea de que la guerra había que hacerla sin odio.

Habrá que hurgar más aún en lo hondo de la historia para tener otro ejemplo de repulsión a la idea de una guerra en la que, inevitablemente, habrían de morir muchos hombres y de llorar muchas madres… y a la vez de apasionada entrega a su organización, aprovisionamiento y desenlace. Pero siempre quedará en nuestro ánimo la sensación de la grandeza de aquel noble soldado de la luz que, puesto el pie en el estribo que lo llevará a la muerte, escribe en breve carta a su madre: “Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza”.



Eran las 5 e' la tarde y ni Lola llegó...



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"Mirta Alvarez AQUI SEGUIREMOS APOYANDO A NUESTRA GENTE,ALLA LOS TIENEN SIN DEJARLOS SALIR,VIJILADOS Y AMENAZADOS HASTA CON ARMAS LARGAS,ESTAN USANDO TODOS SUS RECURSOS,A QUE LE TEMEN? REPRIMIENDO A SUS PROPIOS HERMANOS ,PERO HABRA UN CHANCE QUE NO PODRAN CONTRALAR,EN CUALQUIER MOMENTO SE LES VA DE LAS MANOS.VIVA CUBA LIBRE!!!!!!"

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Tomado del Blog de Norelys que a su vez lo tomó de un Grupo de consolación y fantasía creado en Facebook, que propugna un levantamiento popular en mi linda islita...

Pero allí estaba el lente de Roberto Suárez para dejar sentado que era otra de las aberraciones y sueños frustrados de algunos queya nos conocemos...

Los "protagonistas" de las fotos de Robe, nos dejan sus impresiones...

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Es que es para reírse, caballeros, de sus tontas pretensiones...


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¡¡Esto sí es una movilización popular!!:


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Playa Sirena y Paraíso, Cayo Largo del Sur, Cuba

CUBA DESDE EL SATELITE

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